Te cuento por si has vivido debajo de una roca: Opeth es una banda sueca que empezó tocando Melodic Death Metal y mutó progresivamente (pun intended) en una de Rock/Metal Progresivo a partir de su álbum Heritage, dicen. Sólo había escuchado dos discos anteriormente: Blackwater Park hace muchos años y Sorceress cuando salió en 2016, de los cuales no recuerdo nada, y eso tratándose de mí es una mala señal, créeme. A veces es mejor causar una mala impresión que pasar desapercibido... Pero, en mi lucha por alcanzar la meta de escuchar 200 discos de este año (y también de paso sacarme esta espinita de reseñar a Opeth para responder cuando me pregunten por ellos) me dispuse a escucharlo con la mente abierta, pero no sin reparos debido a mi "historia” con el grupo. Y encontré más o menos lo que esperaba: nada destacable (spoiler). Bueno, tampoco es tan así, hay varios elementos sobresalientes, pero no son suficientes para lograr un buen resultado final. No quiero hacer esto tan largo, voy a tratar de explicar brevemente mi "problema" con Opeth y zanjar el tema de una vez por todas. Iré de mejor a peor. Para empezar, hallo la producción muy buena: es orgánica y clara, perfecta para este tipo de música. También destaca la voz del líder Mikael Åkerfeldt, tanto su canto limpio como sus guturales, que son bastante profundos pero entendibles. Bueno, más le vale porque Jesús bendito, nadie pudo escapar del revuelo formado por el anuncio de que este señor (por fin) iba a volver a hacer guturales después de 16 años¹. La ejecución de los instrumentos es... correcta, comparable con miles de bandas de Metal Progresivo alrededor del mundo. Claro, la música tampoco es excesivamente compleja. Lo más destacable son los solos de guitarra y el hiperactivo baterista. Pero el aspecto más pobre es precisamente por el que más se les celebra (incluso en este álbum): la composición (songwriting)... Eso me hace llevarme las manos en la cabeza como el meme de Jackie Chan. Acá escucho a una banda tratando de casar al Rock Progresivo con el Death Metal sin éxito, aunque en su favor debo reconocer que era una idea descabellada en primer lugar. Blood Incantation pudo llevarla a cabo bastante bien en Absolute Elsewhere, pero ese disco posee cierta coherencia musical y su la balanza está inclinada inteligentemente hacia el Death Metal. The Last Will and Testament por su parte tiene un carácter impredecible, las voces y riffs parecen desorganizados y los diferentes saltos entre géneros no están bien ensamblados: un segundo estás escuchando un (inofensivo) Death Metal Progresivo y melódico con guturales y de pronto la canción se detiene para meter un silencio de 10/15 segundos y luego insertan una sección de teclados u orquestación con voces limpias totalmente fuera de lugar. El efecto es bastante desorientador, eso está bien en un disco de The Dillinger Escape Plan, pero no es lo que quieres transmitir cuando estás haciendo un disco conceptual, creo yo. Y, al mismo tiempo uno siente que está escuchando la misma maldita canción bombardeándote con transiciones entre riffs groovies sobre ritmos sincopados y tranquilas secciones aburridas una y otra vez durante 45 minutos, hasta llegar a la última A Story Never Told que es totalmente acústica. También hay ¿demasiado? regusto al Rock Progresivo de los 70’s en muchas estructuras y riffs; no sé específicamente a cuáles bandas (¿Rush?), pero es el sonido de esa época. Reconozco que quizás ese es el problema: trato de verlo como Metal cuando en realidad es Rock Progresivo. Pero de todas formas nada de esto es remarcable, ni las secciones de Rock ni las de Metal, sino todo lo contrario: escuchen ese ritmo enreggaetonado (no puedo llamarlo de otra forma, es simple y llanamente reggaetón-rock) tan nefasto en §5 o el plagi… digo, la reinterpretación de Dream Theater en §6. Siento que estoy escuchando a Dream Theater con guturales, pero despojado de buena parte de sus dotes técnicas. Para muchos Life Is But A Dream de Avenged Sevenfold quizás tenía ese mismo efecto incoherente, pero al menos todas las partes eran excelentes. El carácter conceptual de The Last Will and Testament solo es apreciable cuando lees las letras, no es suficiente con los títulos de las canciones. Podría seguir por otras 700 palabras, pero ya me cansé.
La verdad no encuentro nada destacable en Opeth y ya he escuchado 3 discos de 3 etapas diferentes. Sigo sin entender tanta atracción hacia esta banda, por más reseñas que veo/leo. Y así me quedaré, no encuentro un solo motivo para volver a escuchar este álbum y tengo 0 ganas de explorar el resto de su discografía. A veces es mejor vivir debajo de una roca, no sabes los horrores que puedes encontrar afuera... Tranquilo, estoy exagerando, TLWAT sólo es promedio, no llega a ser horrible. Y no lo digo sólo porque no me guste, tampoco disfruto a Immolation, Periphery, Bell Witch, Napalm Death, etc, pero encuentro cosas en esas bandas que las hacen sobresalir entre sus congéneres y por lo tanto no me da (tanta) pereza volver a escucharlas. Al mismo tiempo hay discos que adoro pero ese gusto por ellos no me ciega y reconozco sus defectos, puedes chequear cualquiera de mis reseñas (especialmente las de Catharsis y Till Death Do Us Apart). Åkerfeldt en una ocasión se atrevió a decir que los metaleros son muy cerrados porque no les gustó el disco de transición Heritage. Mire señor, no hable tanto y mejor pónganse a hacer buena música. Bah, me importa un pimiento, de todas formas su banda está muerta para mí (uy, que dramático). Seguramente mucha gente comparte mi visión de Opeth, pero no lo dicen so pena de sufrir a manos de sus tóxicos fans uniformados. No me extraña que muchos de esos fans también sean seguidores de Dream Theater, se comportan de la misma manera. Bueno, quiero terminar la reseña en un tono positivo, entonces voy a recomendar discos de Metal Progresivo con mayor nivel de este 2024: escucha Caligula's Horse, Histéresis (de mi Cuba, jeje) y también los de Godspeed You! Black Emperor y Dysrhythmia por la parte puramente instrumental.
Puntuación: 50
¹ Siempre trato de escapar de estas noticias banales, pero no soy suficientemente rápido.