jueves, 5 de diciembre de 2024

Opeth - The Last Will and Testament (2024)

 

Te cuento por si has vivido debajo de una roca: Opeth es una banda sueca que empezó tocando Melodic Death Metal y mutó progresivamente (pun intended) en una de Rock/Metal Progresivo a partir de su álbum Heritage, dicen. Sólo había escuchado dos discos anteriormente: Blackwater Park hace muchos años y Sorceress cuando salió en 2016, de los cuales no recuerdo nada, y eso tratándose de mí es una mala señal, créeme. A veces es mejor causar una mala impresión que pasar desapercibido... Pero, en mi lucha por alcanzar la meta de escuchar 200 discos de este año (y también de paso sacarme esta espinita de reseñar a Opeth para responder cuando me pregunten por ellos) me dispuse a escucharlo con la mente abierta, pero no sin reparos debido a mi "historia” con el grupo. Y encontré más o menos lo que esperaba: nada destacable (spoiler). Bueno, tampoco es tan así, hay varios elementos sobresalientes, pero no son suficientes para lograr un buen resultado final. No quiero hacer esto tan largo, voy a tratar de explicar brevemente mi "problema" con Opeth y zanjar el tema de una vez por todas. Iré de mejor a peor. Para empezar, hallo la producción muy buena: es orgánica y clara, perfecta para este tipo de música. También destaca la voz del líder Mikael Åkerfeldt, tanto su canto limpio como sus guturales, que son bastante profundos pero entendibles. Bueno, más le vale porque Jesús bendito, nadie pudo escapar del revuelo formado por el anuncio de que este señor (por fin) iba a volver a hacer guturales después de 16 años¹. La ejecución de los instrumentos es... correcta, comparable con miles de bandas de Metal Progresivo alrededor del mundo. Claro, la música tampoco es excesivamente compleja. Lo más destacable son los solos de guitarra y el hiperactivo baterista. Pero el aspecto más pobre es precisamente por el que más se les celebra (incluso en este álbum): la composición (songwriting)... Eso me hace llevarme las manos en la cabeza como el meme de Jackie Chan. Acá escucho a una banda tratando de casar al Rock Progresivo con el Death Metal sin éxito, aunque en su favor debo reconocer que era una idea descabellada en primer lugar. Blood Incantation pudo llevarla a cabo bastante bien en Absolute Elsewhere, pero ese disco posee cierta coherencia musical y su la balanza está inclinada inteligentemente hacia el Death Metal. The Last Will and Testament por su parte tiene un carácter impredecible, las voces y riffs parecen desorganizados y los diferentes saltos entre géneros no están bien ensamblados: un segundo estás escuchando un (inofensivo) Death Metal Progresivo y melódico con guturales y de pronto la canción se detiene para meter un silencio de 10/15 segundos y luego insertan una sección de teclados u orquestación con voces limpias totalmente fuera de lugar. El efecto es bastante desorientador, eso está bien en un disco de The Dillinger Escape Plan, pero no es lo que quieres transmitir cuando estás haciendo un disco conceptual, creo yo. Y, al mismo tiempo uno siente que está escuchando la misma maldita canción bombardeándote con transiciones entre riffs groovies sobre ritmos sincopados y tranquilas secciones aburridas una y otra vez durante 45 minutos, hasta llegar a la última A Story Never Told que es totalmente acústica. También hay ¿demasiado? regusto al Rock Progresivo de los 70’s en muchas estructuras y riffs; no sé específicamente a cuáles bandas (¿Rush?), pero es el sonido de esa época. Reconozco que quizás ese es el problema: trato de verlo como Metal cuando en realidad es Rock Progresivo. Pero de todas formas nada de esto es remarcable, ni las secciones de Rock ni las de Metal, sino todo lo contrario: escuchen ese ritmo enreggaetonado (no puedo llamarlo de otra forma, es simple y llanamente reggaetón-rock) tan nefasto en §5 o el plagi… digo, la reinterpretación de Dream Theater en §6. Siento que estoy escuchando a Dream Theater con guturales, pero despojado de buena parte de sus dotes técnicas. Para muchos Life Is But A Dream de Avenged Sevenfold quizás tenía ese mismo efecto incoherente, pero al menos todas las partes eran excelentes. El carácter conceptual de The Last Will and Testament solo es apreciable cuando lees las letras, no es suficiente con los títulos de las canciones. Podría seguir por otras 700 palabras, pero ya me cansé.

La verdad no encuentro nada destacable en Opeth y ya he escuchado 3 discos de 3 etapas diferentes. Sigo sin entender tanta atracción hacia esta banda, por más reseñas que veo/leo. Y así me quedaré, no encuentro un solo motivo para volver a escuchar este álbum y tengo 0 ganas de explorar el resto de su discografía. A veces es mejor vivir debajo de una roca, no sabes los horrores que puedes encontrar afuera... Tranquilo, estoy exagerando, TLWAT sólo es promedio, no llega a ser horrible. Y no lo digo sólo porque no me guste, tampoco disfruto a Immolation, Periphery, Bell Witch, Napalm Death, etc, pero encuentro cosas en esas bandas que las hacen sobresalir entre sus congéneres y por lo tanto no me da (tanta) pereza volver a escucharlas. Al mismo tiempo hay discos que adoro pero ese gusto por ellos no me ciega y reconozco sus defectos, puedes chequear cualquiera de mis reseñas (especialmente las de Catharsis y Till Death Do Us Apart). Åkerfeldt en una ocasión se atrevió a decir que los metaleros son muy cerrados porque no les gustó el disco de transición Heritage. Mire señor, no hable tanto y mejor pónganse a hacer buena música. Bah, me importa un pimiento, de todas formas su banda está muerta para mí (uy, que dramático). Seguramente mucha gente comparte mi visión de Opeth, pero no lo dicen so pena de sufrir a manos de sus tóxicos fans uniformados. No me extraña que muchos de esos fans también sean seguidores de Dream Theater, se comportan de la misma manera. Bueno, quiero terminar la reseña en un tono positivo, entonces voy a recomendar discos de Metal Progresivo con mayor nivel de este 2024: escucha Caligula's Horse, Histéresis (de mi Cuba, jeje) y también los de Godspeed You! Black Emperor y Dysrhythmia por la parte puramente instrumental.

 

Puntuación: 50

 

¹ Siempre trato de escapar de estas noticias banales, pero no soy suficientemente rápido.


Effluence - Necrobiology (2024)

 

Effluence es una one-mand band compuesta solo por Matt en las voces y todos los instrumentos. La música de este Necrobiology es un Brutal Death Metal caótico con partes de… ¿Free Jazz? Al menos así suenan algunas secciones. Entonces, ¿cómo llamo a esto? Experimental Brutal Death Metal, supongo; o Avant-Garde BDM. Las canciones son muy enmarañadas, no hay estructuras ni ritmos tradicionales. Las guitarras a veces se ponen de acuerdo en tocar cosas diferentes, ya sean riffs “incoherentes” o chugs; y, al igual que en Encenathrakh las composiciones parecen ser concebidas desde la batería, que casi siempre va a toda máquina. Ah y la voz es gorrina/ultra-gutural, todo muy parecido a Encenathrakh. Me alegra que ya se vea la influencia musical del proyecto de Colin Marston. Lo puedo recomendar si también te gusta Dripping, Defeated Sanity, Naked City y Animals Killing People. Creo que proyectos como este todavía suenan interesantes, antes de que empiece a saturarse la escena. Me pregunto cuanto falta para ver una pléyade de bandas así. Hey, ¿y por qué Effluence no está en los Metal Archives?


Tinashe - Quantum Baby (2024)

 

Vengo siguiendo a Tinashe desde… ufff, 2014 o 2015 cuando descargué sus 3 primeros mixtapes, los cuales no me gustaron mucho, pero ya mostraba muy buen potencial. Sin embargo, me ha encantado todo lo que ha sacado desde el debut Aquarius hasta hoy, menos el álbum navideño Comfort & Joy. Bueno, pues llega en este 2024 con la segunda parte de una trilogía que empezó el año pasado con el EP BB/Angel, un trabajo bastante aventurero musicalmente hablando, pero conservador en cuanto a sus letras, que le valió muy buenas críticas de la prensa especializada y los fans. Quantum Baby por su parte parece un guiño al pasado, particularmente a la época de aquellos primeros mixtapes, pues encontramos poca experimentación en los instrumentales y no mucha variedad tempos. En general los beats son bastante sencillos, dejando mucho espacio a su voz, la cual domina todo el álbum. Esto se pone de manifiesto desde el principio con la semi-balada introductoria No Simulation, donde parece estar en búsqueda de algo “real” en su vida (“These days, I wanna feel it / No simulation, it's gotta bе true”) con susurros y harmonías vocales sobre sugestivas líneas de bajo. Le sigue el segundo single Getting No Sleep, un tema muy explícito (“And how does it feel to be the one that I’m fuckin’ with?”), más movido y con base sencilla de hi-hats. De todas formas me sorprendió que lo escogiera como single, pues hay mejores bangers en Quantum Baby. Pero ella hace esto a veces, recuerdo el extraño video de Naturally, un tema que ni siquiera estaba en la versión regular del disco 333. En Thirsty sigue echando más leña al fuego (“Do it like it's my birthday, I know my mouth too dirty / heart's not in it, but the dick all mine“) mientras su voz se balancea entre suaves sintetizadores y diminutos efectos de explosiones. Los fans más acérrimos (como yo) seguro apreciarán esos mensajes de fondo puestos al revés, reminiscentes del mixtape Nightride. Le sucede Red Flags que cambia un poco la vibra (apacible sample de sintetizador en loop, sin percusión) y también la temática, al reflexionar sobre ese tema tan actual (y a veces confuso) de las “banderas rojas” en las relaciones amorosas. Seguramente todos podemos identificarnos al escuchar líneas como: “Can't keep ignoring the signs” y “How did we fall off? / Where did we go wrong?”. Pero es Cross That Line la que (para mí) contiene los mejores versos porque Tinashe “juega” con la idea del matrimonio (“I could be the love of your life / I'm ready to cross that line“) y de formar una familia (“I could see a family / Baby in the backseat”). Este es un asunto totalmente nuevo para ella, que yo sepa. ¿Será que ya está consciente a sus 31 añ(az)os de que “se le va el tren”¹? El instrumental no se queda atrás, al combinar potentes 808’s y chasquidos de dedos de modo sublime. En la uptempo When I Get You Alone vuelve a excitarnos (“I'ma lay you down, take it nice and slow”) entre más susurros e interesantes capas de voces en el fondo. Además, muy atinado ese sutil cambio de beat al final. No Broke Boys es un bop que trata de ser un nuevo himno para las mujeres “empoderadas” (“Now I got standards, give a fuck how you feel”), pero paradójicamente también contiene líneas que aprueban la… ¿prostitución? (“Run up the cost, 'cause I need me a spender / Fuck on me, then you know he paid“). Bueno, ahí se fueron mis esperanzas de estar con Tinashe... Por desgracia la canción es demasiado pegajosa, no me extrañaría si le hace un video. Y finalmente llega el primer sencillo, Nasty. Este candente supermegaéxito es interesante por la increíble forma como logra apiñar un intro, 3 estribillos, 2 versos, 2 coros y un outro en menos de 3 minutos. De hecho, al principio pensé que el primer verso era un estribillo porque repite una frase 3 veces. Odio esta moda de hacer canciones de 2 minutos, excepto cuando las hacen así tan completas. Pero para mí es sólo otra muy buena canción (en la misma línea del single Needs), no está por encima de las demás.

La verdad hallo este trabajo algo superior a BB/Angel. Pero, salvo el éxito de Nasty no veo que le vaya a ganar muchos nuevos fans. Esto en parte es bueno: Tinashe siempre se ha mantenido cómodamente en un segundo nivel de popularidad en el R&B, lo que le ha permitido mantener su integridad musical sin preocuparse por cumplir los caprichos de las grandes compañías discográficas ni seguir modas musicales pasajeras para mantenerse vigente; ella va a su ritmo. Veremos si cambia la fórmula en el cierre de esta trilogía o simplemente la perfecciona.

 

¹odio esa frase


Suffocation - ...Of The Dark Light (2017)

 

Un nuevo disco de Suffocation (quienes no necesitan presentación) siempre es un acontecimiento. El día de su lanzamiento el mundo del Metal Extremo parece detenerse para prestar ojos y oídos a lo que su majestad va a revelarnos. Y este era particularmente especial pues venían con una nueva alineación, tras la partida de dos miembros importantes: Guy Marchais (guitarra) y Dave Culross (batería), que fueron sustituidos por los jóvenes Charlie Errigo y Eric Morotti, respectivamente. Pero …Of The Dark Light dió mucho de qué hablar incluso antes de su estreno: la inofensiva portada hecha con Inteligencia Artificial y el primer track que se filtró Clarity Through Deprivation levantaron las alarmas de los que pensaban que Suffocation iba a pasar a tocar Deathcore. Por supuesto, me enteré de este revuelo mucho después (aunque sí llegué a ver la portada, que sólo me provocó un ligero levantón de ceja a lo Ancelotti), dado mi sano hábito de no seguir las noticias de la farándula metalera; ni siquiera estoy muy al pendiente de mis bandas favoritas.

A primera escucha lo primero que salta a la vista es la producción. Ahora, Suffocation siempre ha tenido cierto tino al ir cambiando de sonido entre álbumes. Desde el semi-descafeinado Souls To Deny, hasta el cálido Pinnacle Of Bedlam, pasando por el atronador homónimo y el ominoso Blood Oath, todos tienen un encanto diferente. Pero parece que esta vez la banda, Joe Cincotta (productor) y Zeuss (mezcla y masterización) sólo estuvieron en la cabina durante el proceso de grabación y al final dejaron que una computadora tomara todas las decisiones importantes. ¿Quién (o qué) permitió ese tono de guitarras tan seco y artificial? ¿Lo tomaron directamente del Guitar Pro? ¿Y qué cojo-nes son los sonidos que salen de la batería? Esos golpe(cillo)s como teclas de máquina de escribir de los bombos, los platillos super-comprimidos y el plástico sonido del snare parecen samples de la primera versión del programa Superior Drums. No contentos con eso parece que también cada golpe fue cuantificado en el programa Beat Detective, pues la ejecución es totalmente robótica y liberada de cualquier feeling humano. Sé que es una práctica común en el Metal, pero no “pega” en un disco de Suffocation. Y que pena porque Eric es muy buen baterista, según he visto en algunos videos de presentaciones en vivo. Soy tan duro con la producción porque afecta el resultado final. Por ejemplo, el breakdown del primer tema Clarity Through Deprivation es tan infame precisamente debido a su sonido “hueco” y blando comparado con el de Thrones Of Blood, el cual es incluso más lento. Pero la música salva el álbum a pesar de todo; y aunque no llega al nivel de los primeros discos, tampoco es para decir “no Cerrito, no Suffocation”, como hacen muchos. El tema es que Terrance Hobbs podría escribir mejores riffs que el 90% de los guitarristas de Death Metal, aún después de sufrir un infarto cerebral; el tipo es así de bueno. Evidentemente ya no está en su prime, pero sigue teniendo un cargado arsenal de riffs técnicos y memorables, slams de buen gusto y solos impresionantes. No puedo certificar las aportaciones compositivas de Charlie (imagino que no serán muchas, aparte de algunos solos), pero acompaña muy bien a Hobbs. La batería está bien programada… Sí, para mí una computadora tocó esos golpes (cuando la escuché enseguida se activó mi falsómetro), cuando está tan editada es como si fuera un drum machine y no me importa cuántos playtrought de Eric en el estudio me enseñes. Los poderosos y entendibles guturales de Frank Mullen siguen en buena forma como siempre y también contó con el apoyo de Kevin Muller en algunas canciones. El galopante bajo de Derek Boyer está muy presente en todo momento y llega a tener algunas líneas sobresalientes, sobre todo en Caught Between Two Worlds. Todos los temas son bastante rápidos, técnicos y a la yugular, aderezados con algunos slams y breakdowns, pero sin entretenerse mucho en ritmos ultra-complejos y raras estructuras como hacían (muy bien) en Pierced From Within. El mejor tema quizás sea Return To The Abyss, el cual recuerda los mejores tiempos del EP Despised The Sun con riffs muy acelerados, enrevesados y llenos de cromaticismos, complementados con otros “descendentes” (1:20) y las notas de (lo que parece) un sitar al final le dan un toque exótico/atmosférico parecido al de Nile. Otra canción interesante es The Warmth Within The Dark, donde mantienen el mismo riff durante ¿demasiado? tiempo, una jugada arriesgada sin duda, pero les salió bien.

Ahora me doy cuenta que he empezado a reseñar las discografías de mis bandas favoritas (Machine Head, Slayer y ahora Suffocation) por sus peores discos de manera totalmente inconsciente. Entonces ya voy a seguir este patrón, ayer me puse a escuchar el menoscabado Illud Divinus Insanus y siento que no voy a ser tan duro con él (spoiler). Pero volviendo al tema de hoy, seguro te preguntarás como puedo poner una puntuación tan “alta” después de quejarme tanto. Pues porque algunas bandas son legendarias por algo y no viven solo de glorias pasadas. …Of The Dark Light es un álbum que mantiene más o menos el estilo y la calidad habituales de Suffocation, pero está plagado con una mala producción que le resta varios puntos. Para mí es el PEOR trabajo de la banda desde su reunión en 2002 (solo Breeding The Spawn se queda por debajo en su discografía), sin ser malo en lo absoluto.

Puntuación: 75


domingo, 1 de diciembre de 2024

GLOSARIO

 


Blast Beat: Es el skank beat (el famoso tupa tupa tupa, aunque hay muchas versiones) pero más rápido. Básicamente cualquier tempo de batería más rápido que el de Dave Lombardo en Supremist.

Bop: Canción alegre y pegajosa de Pop o R&B. Piensa en I Gotta Feeling de The Black Eyed Peas o 24k Magic de Bruno Mars.

Falsómetro: Mi ineficaz detector mental de cosas falsas, sobre todo de lipsync y baterías editadas en discos o videos de Youtube.

Trémolo picking: Técnica de tocar notas en una sola cuerda de a ratos. Muy usada en el Black Metal.