[Escribí el 70% de esta reseña en el 2020. Noten la repetición de palabras, jajaja]
Como no podía ser de otra forma, Music To Be Murder By es una continuación lírica de Kamikaze, aunque más variado musicalmente. Igualmente fue lanzado de sorpresa. No se dejen engañar por el título, este disco tiene poco que ver con el trabajo de Hitchcock, los interludios con la voz simulada de Alfred están totalmente fuera de lugar. El mundo no ha cambiado tanto desde el disco anterior, o al menos no en la mente de Shady, todos sabemos lo "desenchufado" que es, nos lo recuerda en sus letras constantemente. La ira, el odio, la ansiedad y otros sentimientos negativos siempre han sido las principales fuentes de inspiración y sigue molesto con las mismas cosas: el estado actual del rap, su (¿infundada?) idea de que no recibe el respeto que merece de parte del público, las mujeres, sus haters, Trump, Machine Gun Kelly, Lord Jamar… ah y la mala recepción de su disco Revival, jeje.
So, a mi entender los temas están divididos líricamente en 2 categorías:
En la primera categoría tenemos los que tratan sobre sus traumas internos y su misoginia. No es de extrañar que sean las peores canciones. Realmente no hay nada nuevo que Eminem tenga que decir al respecto; ya sabemos que odia a su mamá y a las mujeres en general, que tuvo una infancia difícil y que tenía adicción a las pastillas y al alcohol. Todo eso está más que dicho, más que hablado, más que rapeado. Aunque la producción animada en estos temas quitan un poco los bordes a sus letras y le permiten desatar su faceta más edgy y burlona, los instrumentales son demasiado tediosos para mí. Por ejemplo, en los club “bangers” Those Kind Nights con Ed Sheeran (“I said I'm a candle, I go out if you blow on me”) y Good Guy 2.0 digo, Farewell (“If I catch you sucking another dick You better unsuck it”) las líneas cómicas no dan tanto cringe. Luego está la horrorosa Stepdad, donde el instrumental tan divertido no tiene nada que ver con un tema tan serio como el abuso infantil; y para qué hablar del coro (“I, I haaaaaaate/My, my, stepdaaaaaaaad.”)… Never Love Again es otra “love/hate song” en la cual hace una metáfora entre una relación tóxica y su adicción a las drogas (“You're my Xanax and my valium, I'm an addict, you're a downer”). Odio la producción y el coro, aunque los versos no están tan mal, especialmente el último cuando cambia el beat. También Leaving Heaven, otra balada con Skylar Grey que no acaba de convencerme con sus espantosos coros. Realmente no me dan muchas ganas de escuchar estos tracks, cada vez que salen en el reproductor me tengo que aguantar para no tocar el botón >>I. Por suerte no todos son así, pues está You Go’ Learn, un tema más serio donde Royce Da’ 5’9 muestra mucha habilidad con las rimas (lyrical myracle) y su obsesión con el racismo mientras Em rapea sobre su dura infancia en Detroit.
En la otra categoría tenemos al Slim Shady de los últimos años en su modo rap god/battle rapper, donde gusta exhibir sus rimas más extravagantes, continuos cambios de flows a velocidades supersónicas y letras retadoras. El objetivo es destruir completamente al oponente, no hay límites, lo bien deja claro en Little Engine: “Any rhyme that I say can and will be used against you“. La mayoría de estos temas son más conservadores en lo que a producción se refiere. Tenemos los trap beats de moda de D.a Got That Dope, los característicos hard-beats y sintetizadores de Dr. Dre y hasta el mismo Eminem aparece como productor en varios temas. El intro Premonition se siente como The Ringer 2.0: Aquí tenemos un solo verso de Em en el que vuelve a “responder” a todos sus críticos y haters (“They said I'm lyrically amazing/ But I have nothing to say/ But then when I put out Revival and I had something to say/ They said that they hated the awake me”) y alaba a Tech N9ne, Jay Z y 2 Chainz por su longevidad en la escena. Yah Yah casi necesita un párrafo aparte. No solo cuenta con otra buena colaboración de Royce sino también un monstruoso verso del legendario Black Thought. Es tan bueno que después de un rato Em le grita “¡sigue!” antes de soltar sus últimas barras. El mismo Rap God termina el tema a toda máquina rimando magistralmente los nombres de sus influencias. Mr. Porter se luce en la producción, con un cool sample vocal de Busta Rhymes y una bombástica base de durísimos drums y sintetizadores que no desentonaría en un tema de Run The Jewels. El estribillo de Q-Tip (otra leyenda) pone la cereza al pastel que es este temazo; por mucho el mejor del álbum. Otros cortes a destacar son el animado single Godzilla (con estribillo del recientemente desaparecido Juice WRLD) el cual contiene su verso más rápido hasta la fecha y I Will, with three quarters of the Slaughter(house) que es puro horrorcore enmascarado entre un beat espaciado y el calmado instrumental.
Darkness se sale de esas 2 categorías que mencioné pues es una especie de balada en la que hace un buen paralelismo entre un concierto suyo y el concierto de 2017 en Las Vegas donde el tirador Stephen Paddock mató a decenas de personas (Don't wanna hit the stage before they fill each row to the max / 'Cause that'd be totally wacked, you can't murder a show nobody's at).
Music To Be Murder By es otro disco del Eminem de los últimos 15 años, con sus altas y bajas. Si bien es cierto que mesta esta versión combativa e hiper-técnica de Slim Shady no puedo dejar de reconocer que ya no tiene la consistencia de sus primeros trabajos. Debería ser consciente de ello y mejorar sus estribillos, además de la selección de instrumentales. O simplemente eliminar canciones que no deberían existir (Stepdad, Leaving Heaven) y apartar las más débiles (Marsh, Farewell, In Too Deep) para una versión de lujo del álbum, pues una hora de este rap super denso es demasiado para la mayoría de los mortales.