viernes, 13 de septiembre de 2024

Chris Brown - Heartbreak On A Full Moon (2017)

 
 

No hay dudas de que Chris Brown es un tipo súper talentoso. Todo en lo que se mete lo hace bastante bien, ya sea cantar, componer, rapear, jugar basket, pintar, actuar, bailar, etc. Algunos dicen que podría ser el Michael Jackson de esta generación y yo estoy (medio) de acuerdo, pero decidió hacer cosas que lo alejaron de ese estatus de súper-estrella. Y no me refiero a las cosas reprobables de su vida personal (que también), estoy hablando específicamente de música. Pelear constantemente con la disquera y sacar mixtapes con Ray J y Tyga no es algo que otras superestrellas del género como Usher o Beyonce harían. Y lanzar un álbum oficial de 45 canciones es otro de esos movimientos raros. Quizás sólo quería “hackear” el sistema de streaming para llegar al número 1 en el Top 200 de la Billboard. Pero con toda esa estrategia de marketing con documental biográfico incluido y la promoción masiva que tuvo parecía que Chris quería probar algo más con Heartbreak On A Full Moon. Recuerdo el momento cuando lo escuché: fue poco después de su lanzamiento y estaba en una feria que hicieron en el parque de Guanabacoa. Pero en ese momento no me gustó mucho debido a su abultado metraje. Me pasó algo parecido con Indigo dos años después. En 2022 Chris me volvió  a ganar con Breezy y entonces volví a repasar (y apreciar) este disco. 

Ahora bien, yo estaba en el bando de los que considerábamos que CB nunca había sacado una canción “mala” pero también entendía a los que decían que estaba sacando la misma canción una y otra vez. Y este álbum medio vino a validar esas afirmaciones. Una buena parte de HBOAFM se compone de ese R&B moderno que se combina mucho con el Hip-Hop o más específicamente con uno de sus subgéneros: el Trap. La producción está llena de hi-hats, cajas secas, pesados subgraves de los 808 y ritmos característicos del Trap además de muchas letras rapeadas. La gran cantidad de canciones y el sobreuso de estos elementos crean un ambiente llano y compacto, donde realmente no hay picos ni zanjas, se mantiene “cool” todo el tiempo. Para colmo hay malas selecciones de samples/efectos, como las extrañas tres notas del saxofón en Sensei y ese molesto sonido de conectar dispositivo de Windows (en serio) en Paradise. También hay otra buena cantidad de canciones con influencia de EDM, electropop y ritmos tropicales que en teoría aportan diversidad pero realmente no rompen esa dinámica estática¹ del flujo del disco. Echo en falta temas de R&B más clásico, así como slow jams y/o baladas. Y me sorprende la ínfima cantidad de artistas invitados (solo 14) para 45 canciones. Por primera vez no aparece Lil Wayne, por ejemplo. Lo que salva un poco a HBOAFM de la monotonía es la siempre competente voz de Chris (aunque ayudada por el autotune) y su capacidad de hacer versos y coros memorables con inflexiones vocales interesantes. Por eso algunas canciones promedio sobresalen cuando su voz te “golpea de la manera correcta”, como en On Me y Reddi Wip. Por otra parte, no puedo elogiar mucho sus letras porque no son nada especial. En general tratan temas habituales en el R&B como las fiestas (Hangover, Party), las rupturas amorosas (Paradise, Even, tema título), el sexo (Roses, Confidence, Rock Your Body, Privacy) y el “amor” (Questions, Run Away) de forma bastante sencilla. No hay mucho “coco” detrás de estas letras, pero bueno, ese no es el objetivo del R&B. El álbum levanta un poco el ánimo en las últimas 5 canciones, incluyendo el excelente bop Only 4 Me (feat. Ty Dolla $ign & Verse Simmonds), uno de los mejores temas y que no entiendo como no fue un sencillo promocional. Hablando de singles, de estos solo puedo destacar a Hope You Do (con el mismo sample de Donell Jones que usó Trey Songz en Good Girls Vs Bad Girls), el club-banger Privacy y el dancehall Questions.

Resumiendo: En HOAFM encontramos a un Breezy en modo autopiloto. Es un álbum para los incondicionales… como yo. Los demás (aka la mayoría) si acaso harán una playlist con sus 5 o 10 canciones favoritas. Pero a mí me gusta bastante. Cuando tengo un viaje largo a veces me zampo la versión Deluxe de 57 canciones que llega hasta las 3 horas, 18 minutos y 24 segundos. Si por mí fuera cambiaría algunos temas de la versión regular con otras de la versión Deluxe que considero mejores y aportan más variedad musical. Quitaría This Ain’t, Sensei, Paradise y Covered In You y en su lugar pondría Don't Slow Me Down, Water, Get Off y Secret. Por suerte Chris evitaría caer en la monotonía en trabajos posteriores. Si comparas las mejores 30 canciones de HOAFM con todas las 30 del álbum posterior enseguida notas que Indigo es notablemente más variado y entretenido.

Pasando a otro tema, este disco es interesante porque suscita una pregunta importante: ¿cuánta música es demasiada en un álbum? Para mí el límite disfrutable está en 2 horas. Pero a la mayoría de la gente le es muy difícil siquiera digerir 1 hora. Chris Brown es uno de los pocos artistas que (más o menos) puede salirse con la suya porque tiene el talento suficiente para mantener tu atención por tanto tiempo, aunque las canciones sean similares. Quizás Drake puede ser otro. O Beyoncé. Debería ser alguien que pueda hacer varios géneros. Ah, esa es otra cosa, también depende del género. No se me ocurre una banda de Metal que saque un disco de dos horas y no aburra. Bueno, la verdad nunca he escuchado uno. Probaré con To Be Kind de Swans y después les digo. Otra forma de verlo es: prefiero tener un álbum con muchas canciones de dónde puedo escoger mis favoritas a conformarme con uno más corto del cual sólo me gusten 2 o 3 de 12. Ahora la gente hace eso con las playlist de todas formas. 



¹ Parece un oxímoron


miércoles, 4 de septiembre de 2024

Cephalotripsy - Epigenetic Neurogenesis (2024)


Casi nadie está hablando de este trabajo, aunque sea el regreso de una banda icónica en su género. Y me da la medida del estatus actual del Slam que parece tener una amplia legión de seguidores pero si no fuera por los memes la mayoría no le prestaría “atención”. En realidad (casi) se ha convertido en una especie de paria del Metal junto con el goregrind, pornogrind y demás excomulgados. Nunca vas a ver un disco como este en las listas de “lo mejor”, por muy bueno que sea. Hay una razón de peso para este rechazo pero eso lo explicaré más adelante. Los Cephalotripsy debutaron en 2007 con Uterovaginal Insertion Of Extirpated Anomalies, un disco de Slam promedio a primera vista pero con algunas peculiaridades que lo convirtieron rápidamente en un clásico del subgénero. La banda no había sacado otro disco en 17 años a pesar de haber regresado a las tablas en 2017. Esta vez el fundador Angel Ochoa (voz) se ha reunido con músicos de primer nivel: Diego Sánchez (Disgorge) en el bajo, Alber Ríos (Ossification) en la batería y el también fundador Andrés Guzmán (Gortuary) como guitarrista. 

Antes de escuchar la primera nota ya podemos apreciar algunos cambios. Las letras parecen tomar una temática menos explícita y más centradas en temas de ciencia ficción, si nos guiamos por la portada y los títulos de las canciones. Luego del casi-obligatorio intro tenebroso de un minuto llega el primer tema Alpha Terrestrial Polymorph y también escuchamos varias alteraciones en su música. Para empezar el sonido es muy nítido y potente acorde con las producciones actuales. Por otro lado se nota que han tomado un enfoque del Slam más moderno en lugar de aferrarse a su estilo original. Angel Ochoa sigue impresionando con su voz ultra-gorrina (aunque también es algo monótona) y curiosamente acá funciona mejor que en Condemned donde los tempos son mucho más rápidos. Quizás este sea el mejor performance de su carrera. Si no me creen escuchen el final del último tema Induced Primordial Regression. Los tres vocalistas invitados son casi tan brutales como el mismo Angel. De hecho no puedo identificar las partes de Tyulkin Ivan y apenas las de Clayton Meade y del legendario Matti Way que entran a la mitad de sus respectivos temas. Es una delicia poder escuchar el bajo de Diego permanentemente, sobre todo cuando se anota algún momento destacado (Excision of Self 1:00). Alber Ríos tiene una actuación bastante sobria, sin abusar de sus dobles bombos (a diferencia del baterista anterior) y manejando muy bien los múltiples cambios de tiempo. Pero Andrés es el que lleva la música de Cephalotripsy a otro nivel con la inclusión de distintos riffs que aportan un gran dinamismo a las canciones, cuando en el debut la mayoría eran muy sencillos. Puedo citar por ejemplo, la inclusión de varios riffs deathmetaleros ala Deicide en Excision of Self y Arcane Rites of The Transdimensional Progeny y otros casi thrashers en Alpha Terrestrial Polymorph. Por supuesto, todavía dominan ampliamente los riffs slams machaca-cráneos pero por suerte Andrés también le da cierta variedad a estos, como cuando los ralentiza varias veces en el mismo tema o casi los convierte en breakdowns (Ulcerated Mass of Pestilent Engorgement). Si tengo que destacar algún tema sería Lo Tech Non Entity por ser el más técnico¹ y variado, con armónicos muy acentuados, varios “stop & go” y despuntes en forma de blast beats. Pero realmente no hay un momento de relleno durante los 32 minutos (5 minutos menos que el debut), cada canción es un tremendo asalto a los oídos. 

Hasta ahora no he mencionado ni un problema con el álbum,  entonces quizás piensas “¡es perfecto!” pero no es así. Epigenetic Neurogenesis es “objetivamente” superior al debut e incluso puede ser de lo mejor que el género tiene para ofrecer en 2024 pero no es relevante en un contexto más amplio fuera del Slam. Un “problema” con los discos de regreso es que estas bandas ya perdieron el estatus innovador que tenían cuando empezaron. En 2007 el Slam no había explotado todavía, entonces tuvieron la oportunidad de dejar una marca con Uterovaginal Insertion Of Extirpated Anomalies. Pero ya estamos en otra época, ahora es más difícil destacar porque hay muchisisísimas bandas (incluyendo cientos de copias de Cephalotripsy), entre ellas varias con una buena calidad compositiva como Analepsy, Organectomy y Vulvodynia. Sin embargo, ninguna tiene una propuesta realmente novedosa. El estilo casi no ha evolucionado en 12 años desde aquel The Anomalies Of Artificial Origin de Abominable Putridity, por eso a menudo es desdeñado. Y Epigenetic Neurogenesis también deja una sensación de deja vu, de “he escuchado esto antes”. En parte es comprensible porque seriamente: ¿cuántas variaciones y combinaciones se pueden hacer de esos riffs lentos que caracterizan el Slam desde hace más 25 años? No muchas². Algunos fans han llegado al punto de mostrar una supuesta evolución poniendo ejemplos de bandas como Defeated Sanity, Disentomb y 7 H. Target³ que realmente no pertenecen al género. Habiendo dicho todo esto, yo mismo no tengo una solución para este estancamiento porque al final del día esto es Slam, aquí no hay mucho espacio para la improvisación ni las nuevas ideas. Lo tomas o lo dejas. Juzgándolo así (sin esperar nada nuevo) entonces sí es un buen disco. ¿Valieron la pena los 17 años de espera? Yo prefiero tenerlo que no. 

Puntuación: 82

¹ ¿Por eso la palabra “tech” en el título?

² Bueno ya vimos la reciente polémica entre Guttural Slug y The Dark Prison Massacre donde la primera acusa a la segunda de copiarle riffs de tres canciones.

³ No me interesa que tengan un álbum llamado Psy Slam Damage, no es Slam.