Casi nadie está hablando de este trabajo, aunque sea el regreso de una banda icónica en su género. Y me da la medida del estatus actual del Slam que parece tener una amplia legión de seguidores pero si no fuera por los memes la mayoría no le prestaría “atención”. En realidad (casi) se ha convertido en una especie de paria del Metal junto con el goregrind, pornogrind y demás excomulgados. Nunca vas a ver un disco como este en las listas de “lo mejor”, por muy bueno que sea. Hay una razón de peso para este rechazo pero eso lo explicaré más adelante. Los Cephalotripsy debutaron en 2007 con Uterovaginal Insertion Of Extirpated Anomalies, un disco de Slam promedio a primera vista pero con algunas peculiaridades que lo convirtieron rápidamente en un clásico del subgénero. La banda no había sacado otro disco en 17 años a pesar de haber regresado a las tablas en 2017. Esta vez el fundador Angel Ochoa (voz) se ha reunido con músicos de primer nivel: Diego Sánchez (Disgorge) en el bajo, Alber Ríos (Ossification) en la batería y el también fundador Andrés Guzmán (Gortuary) como guitarrista.
Antes de escuchar la primera nota ya podemos apreciar algunos cambios. Las letras parecen tomar una temática menos explícita y más centradas en temas de ciencia ficción, si nos guiamos por la portada y los títulos de las canciones. Luego del casi-obligatorio intro tenebroso de un minuto llega el primer tema Alpha Terrestrial Polymorph y también escuchamos varias alteraciones en su música. Para empezar el sonido es muy nítido y potente acorde con las producciones actuales. Por otro lado se nota que han tomado un enfoque del Slam más moderno en lugar de aferrarse a su estilo original. Angel Ochoa sigue impresionando con su voz ultra-gorrina (aunque también es algo monótona) y curiosamente acá funciona mejor que en Condemned donde los tempos son mucho más rápidos. Quizás este sea el mejor performance de su carrera. Si no me creen escuchen el final del último tema Induced Primordial Regression. Los tres vocalistas invitados son casi tan brutales como el mismo Angel. De hecho no puedo identificar las partes de Tyulkin Ivan y apenas las de Clayton Meade y del legendario Matti Way que entran a la mitad de sus respectivos temas. Es una delicia poder escuchar el bajo de Diego permanentemente, sobre todo cuando se anota algún momento destacado (Excision of Self 1:00). Alber Ríos tiene una actuación bastante sobria, sin abusar de sus dobles bombos (a diferencia del baterista anterior) y manejando muy bien los múltiples cambios de tiempo. Pero Andrés es el que lleva la música de Cephalotripsy a otro nivel con la inclusión de distintos riffs que aportan un gran dinamismo a las canciones, cuando en el debut la mayoría eran muy sencillos. Puedo citar por ejemplo, la inclusión de varios riffs deathmetaleros ala Deicide en Excision of Self y Arcane Rites of The Transdimensional Progeny y otros casi thrashers en Alpha Terrestrial Polymorph. Por supuesto, todavía dominan ampliamente los riffs slams machaca-cráneos pero por suerte Andrés también le da cierta variedad a estos, como cuando los ralentiza varias veces en el mismo tema o casi los convierte en breakdowns (Ulcerated Mass of Pestilent Engorgement). Si tengo que destacar algún tema sería Lo Tech Non Entity por ser el más técnico¹ y variado, con armónicos muy acentuados, varios “stop & go” y despuntes en forma de blast beats. Pero realmente no hay un momento de relleno durante los 32 minutos (5 minutos menos que el debut), cada canción es un tremendo asalto a los oídos.
Hasta ahora no he mencionado ni un problema con el álbum, entonces quizás piensas “¡es perfecto!” pero no es así. Epigenetic Neurogenesis es “objetivamente” superior al debut e incluso puede ser de lo mejor que el género tiene para ofrecer en 2024 pero no es relevante en un contexto más amplio fuera del Slam. Un “problema” con los discos de regreso es que estas bandas ya perdieron el estatus innovador que tenían cuando empezaron. En 2007 el Slam no había explotado todavía, entonces tuvieron la oportunidad de dejar una marca con Uterovaginal Insertion Of Extirpated Anomalies. Pero ya estamos en otra época, ahora es más difícil destacar porque hay muchisisísimas bandas (incluyendo cientos de copias de Cephalotripsy), entre ellas varias con una buena calidad compositiva como Analepsy, Organectomy y Vulvodynia. Sin embargo, ninguna tiene una propuesta realmente novedosa. El estilo casi no ha evolucionado en 12 años desde aquel The Anomalies Of Artificial Origin de Abominable Putridity, por eso a menudo es desdeñado. Y Epigenetic Neurogenesis también deja una sensación de deja vu, de “he escuchado esto antes”. En parte es comprensible porque seriamente: ¿cuántas variaciones y combinaciones se pueden hacer de esos riffs lentos que caracterizan el Slam desde hace más 25 años? No muchas². Algunos fans han llegado al punto de mostrar una supuesta evolución poniendo ejemplos de bandas como Defeated Sanity, Disentomb y 7 H. Target³ que realmente no pertenecen al género. Habiendo dicho todo esto, yo mismo no tengo una solución para este estancamiento porque al final del día esto es Slam, aquí no hay mucho espacio para la improvisación ni las nuevas ideas. Lo tomas o lo dejas. Juzgándolo así (sin esperar nada nuevo) entonces sí es un buen disco. ¿Valieron la pena los 17 años de espera? Yo prefiero tenerlo que no.
Puntuación: 82
¹ ¿Por eso la palabra “tech” en el título?
² Bueno ya vimos la reciente polémica entre Guttural Slug y The Dark Prison Massacre donde la primera acusa a la segunda de copiarle riffs de tres canciones.
³ No me interesa que tengan un álbum llamado Psy Slam Damage, no es Slam.
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