jueves, 25 de julio de 2024

Skinlab - Bound, Gagged and Blindfolded (1997)

 

Yo tuve una revista del año 1999 (no recuerdo el nombre) que tenía el disco Power Plant de Gamma Ray en la portada, un afiche de Dimmu Borgir en el centro y una promoción del segundo disco de la banda Skinlab llamado Disembody: The New Flesh en otra página. Ese anuncio decía: “esta banda es una promesa del Metal” y bla bla bla. Ya saben, lo típico. Pero también ponía que estaban medio “apadrinados” (estoy parafraseando) por Robb Flynn el líder de Machine Head y eso sí me llamó la atención porque me gusta MH. Sin embargo pasó el tiempo y me olvidé de eso hasta que ahora por fin los vengo a escuchar… para mi desgracia.

 

Para no hacer el cuento largo: Su misión en la vida es copiar a Machine Head, pero no los del gran Burn My Eyes sino los del decente The More Things Change. Pero hey, me gusta Machine Head así que debería gustarme esto, ¿no? Pues no, porque hasta para copiar debes tener un mínimo de tacto y hasta eso les falta. Incluso la producción es casi la misma, se nota la mano de Andy Sneap en ambos trabajos. A veces el parecido es tal que se hace tragicómico.

 

El primer tema When Pain Comes to Surface empieza decente pero enseguida se vuelve aburrida y da la primera probada del plagio. Es más, voy a enlistar algunos de esos calcos, así se dan una idea:

 

When Pain Comes to Surface copia el coro de Down To None

Race Of Hate copia el riff de Old

The Art of Suffering (1:38) copia parte de Violate (3:14)

Noah (un bonus track) copia punteos de I'm Your God Now

 

Esas partes las tocan más lento o le cambian algunas notas aquí/allá para que no se note tanto, pero la intención es clara. Sin embargo todavía no he revelado el mayor problema del álbum: lo aburrido que es. Casi todos los riffs son de lo más monótonos que te puedes encontrar. Estos alternan entre chugs de 2 o 3 notas, lentos grooves y otros riffs de notas largas como los que usan las bandas de mallcore. Además a veces se aferran a un riff y no lo sueltan, luego ni siquiera meten solos para adornar la cosa. Tampoco hay variedad de tiempos, casi siempre van a medio paso y otras veces arrastrándose. En general las canciones no van a ningún lado. Es una pega en el caso de Skinlab porque hay bandas como Crowbar y Neurosis que manejan mucho mejor los tiempos lentos. Para colmo cuando aceleran un poco la marcha (Race Of Hate, Stumble) los riffs se mantienen aburridos. Las vocales del pobre Esquivel son de un tono grave pero quejoso, como si fuera un cruce entre un Max Cavalera borracho y un soñoliento Phil Anselmo que entona como un sifilítico Robb Flynn. También tiene un registro limpio ala Layne Staley (Alice In Chains) verdaderamente lamentable. El baterista a veces hace fills interesantes (Down) pero principalmente se concentra en seguir los riffs con beats bastantes simples. Y así van pasando los temas. Cuando llegas al cuarto (Paleface) oyes que sigue en la misma tónica y pierdes piso, quieres irte a dormir. Siguen desfilando canciones hasta llegar a The Art of Suffering que es eso: 5 minutos de puro sufrimiento y ahora ya te vas acercando al suicidio. Pero todavía falta una tortura más llamada Ten Seconds, que parece un chasco descartado de un disco de Korn. Al terminar prefieres que Nyarlathotep te rapte amordazado y con los ojos vendados (un destino peor que la muerte) a tener que volver a escuchar este disco.

 

Los Skinlab hicieron todo mal. No entiendo cómo Rob Flynn logró que Century Media los firmara, mejor les hubiera dado buenos consejos musicales... Este debut es un claro ejemplo de cómo NO dejarte llevar por tus influencias. Por supuesto no lo recomiendo ni tampoco el resto de su discografía, estos tipos son los Six Feet Under del Groove Metal. Bound, Gagged and Blindfolded se lleva la peor puntuación del blog hasta ahora.

 

Puntuación: 35 de 100 (y soy generoso)


2 comentarios:

  1. Lo que pasa con el tema de las "influencias" es que algunos no logran desprenderse de ellas, resultando en la obviedad total. Ahí, supongo, hay un fallo de producción: quien esté al frente del registro debe darse cuenta de cuándo se hace algo interesante y cuándo se está más cercano al plagio que a otra cosa. Y llamar a las cosas por su nombre. En fin, cagástrofes así las hay en todos lados.

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