Un nuevo disco de Suffocation (quienes no necesitan presentación) siempre es un acontecimiento. El día de su lanzamiento el mundo del Metal Extremo parece detenerse para prestar ojos y oídos a lo que su majestad va a revelarnos. Y este era particularmente especial pues venían con una nueva alineación, tras la partida de dos miembros importantes: Guy Marchais (guitarra) y Dave Culross (batería), que fueron sustituidos por los jóvenes Charlie Errigo y Eric Morotti, respectivamente. Pero …Of The Dark Light dió mucho de qué hablar incluso antes de su estreno: la inofensiva portada hecha con Inteligencia Artificial y el primer track que se filtró Clarity Through Deprivation levantaron las alarmas de los que pensaban que Suffocation iba a pasar a tocar Deathcore. Por supuesto, me enteré de este revuelo mucho después (aunque sí llegué a ver la portada, que sólo me provocó un ligero levantón de ceja a lo Ancelotti), dado mi sano hábito de no seguir las noticias de la farándula metalera; ni siquiera estoy muy al pendiente de mis bandas favoritas.
A primera escucha lo primero que salta a la vista es la producción. Ahora, Suffocation siempre ha tenido cierto tino al ir cambiando de sonido entre álbumes. Desde el semi-descafeinado Souls To Deny, hasta el cálido Pinnacle Of Bedlam, pasando por el atronador homónimo y el ominoso Blood Oath, todos tienen un encanto diferente. Pero parece que esta vez la banda, Joe Cincotta (productor) y Zeuss (mezcla y masterización) sólo estuvieron en la cabina durante el proceso de grabación y al final dejaron que una computadora tomara todas las decisiones importantes. ¿Quién (o qué) permitió ese tono de guitarras tan seco y artificial? ¿Lo tomaron directamente del Guitar Pro? ¿Y qué cojo-nes son los sonidos que salen de la batería? Esos golpe(cillo)s como teclas de máquina de escribir de los bombos, los platillos super-comprimidos y el plástico sonido del snare parecen samples de la primera versión del programa Superior Drums. No contentos con eso parece que también cada golpe fue cuantificado en el programa Beat Detective, pues la ejecución es totalmente robótica y liberada de cualquier feeling humano. Sé que es una práctica común en el Metal, pero no “pega” en un disco de Suffocation. Y que pena porque Eric es muy buen baterista, según he visto en algunos videos de presentaciones en vivo. Soy tan duro con la producción porque afecta el resultado final. Por ejemplo, el breakdown del primer tema Clarity Through Deprivation es tan infame precisamente debido a su sonido “hueco” y blando comparado con el de Thrones Of Blood, el cual es incluso más lento. Pero la música salva el álbum a pesar de todo; y aunque no llega al nivel de los primeros discos, tampoco es para decir “no Cerrito, no Suffocation”, como hacen muchos. El tema es que Terrance Hobbs podría escribir mejores riffs que el 90% de los guitarristas de Death Metal, aún después de sufrir un infarto cerebral; el tipo es así de bueno. Evidentemente ya no está en su prime, pero sigue teniendo un cargado arsenal de riffs técnicos y memorables, slams de buen gusto y solos impresionantes. No puedo certificar las aportaciones compositivas de Charlie (imagino que no serán muchas, aparte de algunos solos), pero acompaña muy bien a Hobbs. La batería está bien programada… Sí, para mí una computadora tocó esos golpes (cuando la escuché enseguida se activó mi falsómetro), cuando está tan editada es como si fuera un drum machine y no me importa cuántos playtrought de Eric en el estudio me enseñes. Los poderosos y entendibles guturales de Frank Mullen siguen en buena forma como siempre y también contó con el apoyo de Kevin Muller en algunas canciones. El galopante bajo de Derek Boyer está muy presente en todo momento y llega a tener algunas líneas sobresalientes, sobre todo en Caught Between Two Worlds. Todos los temas son bastante rápidos, técnicos y a la yugular, aderezados con algunos slams y breakdowns, pero sin entretenerse mucho en ritmos ultra-complejos y raras estructuras como hacían (muy bien) en Pierced From Within. El mejor tema quizás sea Return To The Abyss, el cual recuerda los mejores tiempos del EP Despised The Sun con riffs muy acelerados, enrevesados y llenos de cromaticismos, complementados con otros “descendentes” (1:20) y las notas de (lo que parece) un sitar al final le dan un toque exótico/atmosférico parecido al de Nile. Otra canción interesante es The Warmth Within The Dark, donde mantienen el mismo riff durante ¿demasiado? tiempo, una jugada arriesgada sin duda, pero les salió bien.
Ahora me doy cuenta que he empezado a reseñar las discografías de mis bandas favoritas (Machine Head, Slayer y ahora Suffocation) por sus peores discos de manera totalmente inconsciente. Entonces ya voy a seguir este patrón, ayer me puse a escuchar el menoscabado Illud Divinus Insanus y siento que no voy a ser tan duro con él (spoiler). Pero volviendo al tema de hoy, seguro te preguntarás como puedo poner una puntuación tan “alta” después de quejarme tanto. Pues porque algunas bandas son legendarias por algo y no viven solo de glorias pasadas. …Of The Dark Light es un álbum que mantiene más o menos el estilo y la calidad habituales de Suffocation, pero está plagado con una mala producción que le resta varios puntos. Para mí es el PEOR trabajo de la banda desde su reunión en 2002 (solo Breeding The Spawn se queda por debajo en su discografía), sin ser malo en lo absoluto.
Puntuación: 75
Eso pasa. Nuestros grupos/solistas favoritos pueden hacer discos que no nos gusten. No me pongo exigente. Si algo no me gusta, sencillamente lo engaveto y ya. Cualquiera tiene el derecho a hacer algo que no me guste. El punto es: ¿son ellos, o soy yo?
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