domingo, 31 de diciembre de 2023

TOP 2023

TOP DEL 2023 / EDITORIAL 

Este es el Top 10 de los mejores discos de Metal que escuché en el 2023. NO es LA LISTA definitiva ni pretende serlo, esto lo hago por diversión (pero con seriedad). Por ahí hay mil listas tan válidas como la mía y creo que lo mejor es que cada uno haga la suya. Así que tómenla más como mis recomendaciones de música del 2023, quizás descubran algo interesante que no han escuchado. De paso quiero darle las gracias a todos esos amigos que me ayudan a descubrir música. 

Este año “solo” escuché de 120 a 150 discos de Metal, eso no es ni el 1% del total que salió en los últimos 12 meses. Quizás mañana y dentro de 20 años escucharé un disco del 2023 y diré: “hubiera entrado en mi Top 10”, pero no voy a editar el Top cada vez que eso pase. Por otro lado, cada año añadimos bandas a nuestra lista que debemos checkear, por lo que progresivamente se hace más difícil descubrir agrupaciones nuevas. Así y todo tuve el tiempo y la suerte de descubrir algunas excelentes, entre ellas las 5 que incluí en la lista.


Y en qué me basé para hacer el Top se estarán preguntando. Pues en consideraciones personales muy subjetivas, al final estoy hablando de música, no de matemática. Traté de dejar a un lado mi parcialidad hacia ciertas bandas y estilos, aunque por supuesto que puse más discos de los géneros que más escucho. Pero estos álbumes no son precisamente mis favoritos del 2023. De los 10 sólo 4 tuvieron rotación constante en mi reproductor. De hecho puede que algunos ni los vuelva a escuchar en la vida. Algunos los incluí principalmente por su excelente musicalidad (#2, #3, #7 y #8), otros por su originalidad (#5 y #6) y el resto por la combinación de estos y otros factores. Por suerte todos cuentan con buena producción, no tengo quejas en ese sentido. Otra duda que quizás tengan es por qué hice un top de 10 y no de 20, 50 o 100. Pues porque es más fácil con 10 que con 50, sobre todo si vas a hacer una mini-reseña o descripción de cada uno. Y si escuché 120 hacer una lista con los 100 mejores no tiene sentido. Por el orden no se preocupen mucho, casi todos pertenecen a sub-géneros diferentes por lo que se hace difícil compararlos directamente. Ah, por cierto, por no hice el Top teniendo en cuenta una cuota de géneros (no tengo complejo de gobierno progresista). No hay discos de Deathcore ni de Thrash Metal y son dos estilos que disfruto bastante.

Una última cosa: si van a consultar listas de este tipo por favor aléjense de los sitios/revistas tipo Metal Hammer-Rock Hard y demás, ya sabemos de qué pie cojean (don dinero) y casi siempre sólo incluyen discos de las compañías más grandes. Aquí a la derecha tienen algunas de mis páginas favoritas para que las revisen. En mi opinión hacen un mejor trabajo con estos de los tops anuales, especialmente Wonderbox Metal.

 Bueno aquí voy con mi top:

10. Bell Witch - The Clandestine Gate [Funeral Doom Metal]             Como soy un neófito del Funeral Doom agradezco la existencia de una banda como Bell Witch que haga este estilo de forma más accesible (para mí). Aunque la verdad me resultó casi imposible escuchar los 83 minutos de un tirón no puedo dejar de reconocer la majestuosidad de este trabajo, que además cuenta con una de las mejores producciones del año (DR9). Como bien lo describió NightOnDrunkMountain: “la más profunda sesión de meditación que has tenido”. Para fans de: Esoteric, Shape Of Despair, Tyranny.

9. Nithing - Agonal Hymns [Brutal Death Metal]                                           Me entristece el hecho de que siempre reviso decenas de Tops anuales sin encontrar un solo disco de Brutal Death Metal. Es cierto que el estilo es muy uni-dimensional y con poco espacio para la innovación (soy el primero en reconocerlo), pero coño todos los años sale al menos UN álbum digno de entrar entre los mejores 10, 50 o 100. Este año se "coló" Nithing por delante de algunos titanes del género (Suffocation, Dying Fetus, Cryptopsy) con un disco que presenta altas dosis de brutalidad y complejidad sin descuidar la musicalidad. Al principio puede sonar como un interminable asalto de blastbeats, palm-mutings y pig-squeals endemoniados pero denle varias escuchas para que puedan asimilar bien todo lo que propone el virtuoso Matt Kilner (todos los instrumentos) en estos 23 minutos. Para fans de: Infecting The Swarm, Putridity, Iniquitous Deeds, Disgorge (USA), primeros Wormed.

8. Gridlink - Coronet Juniper [Grindcore]                                                         A algunos le sonará a coña lo que voy a decir, pero después de escuchar sus 4 trabajos “back to back” siento que posiblemente este es el mejor álbum de Matsubara & Co. En cuanto a producción sin duda lo es, por la parte de la música podemos tener una (sana) discusión.           
Para fans de: Murder Construct, No One Knows What The Dead Think, Discordance Axis.

7. Marduk – Memento Mori [Black Metal]                                                       He pasado prácticamente de largo la discografía de estos veteranos, muy para mi pesar si me guío por lo mostrado en Memento Mori. Veo que siguen defendiendo ese estilo de Black Metal rudo y acelerado pero esta vez lo han aderezado con tiempos más lentos y atmosféricos. Imperdible. Para fans de: Dark Funeral, 1349, Tsjuder, Watain.

6. Lunar Chamber - Shambhallic Vibrations (EP) [Progressive Death/Doom Metal]                                                                                                     Este disco me transmite una vibra similar a la de Bell Witch pero en el terreno del Death Metal Progresivo.El trío se esmera en presentar pasajes y ambientes deathmetaleros que reflejan toda la imaginería inspirada en el budismo que maneja la banda. La música en general es compleja, con mucho virtuosismo en el bajo fretless y los solos de guitarra pero tambiés con fragmentos sinfónicos más calmados, teclados ambientales y coros tipo monjes tibetanos. Entre los favoritos de muchos en este 2023. Para fans de: Gorguts, Demilich, Appaling Spawn, Cynic

5. Neurectomy – Overwrought [Technical Brutal Death Metal]                     Un wank-fest en toda regla pero muy bien logrado. Tendrá su reseña propia.  

Para fans de: Origin, Brain Drill, Viraemia, Sleep Terror.

 

 4. Ὁπλίτης – Ψευδομένη [Black Metal]                                                          Este multi-instrumentista chino de nombre Liu Zhenyang sacó la friolera de tres discos este año de un Black Metal Técnico apabullante. Las letras son cantadas enteramente en griego antiguo, lo añade un toque de intriga y originalidad a sus trabajos. Me bastó una sola escucha de su debut Ψευδομένη para saber que lo iba a poner dentro de lo mejor del año. Pero también recomiendo los otros dos álbumes. Para fans de: Anaal Nathrakh y Esoctrilihum.

3. Dripping Decay - Festering Grotesqueries [Grindcore / Death Metal / Goregrind]                                                                                                        Debut impresionante el de este cuarteto de Portland. Goregrind trepidante y macabro a la vez que adictivo y con una producción orgánica de lujo. Contiene algunos de los mejores riffs del género que he escuchado en años. Para fans de: Exhumed, Carcass, Terrorizer, Autopsy.

 2. Cattle Decapitation – Terrasite [Death Metal]                                      Otro que aparece en muchas listas de lo mejor del año. Básicamente aplicaron todo lo aprendido con los tres disc(az)os anteriores para crear algo aún más épico y memorable si cabe. Quizás le haga una reseña más adelante, ciertamente la merece. Para fans de: Aborted, Anaal Nathrakh, Benighted.

 
 
 

Y el premio al mejor disco del año es para...  

 


 
1. Avenged Sevenfold - Life Is But A Dream [¿Avant-Garde? Metal / Varios]                                                                        Y bueno, que quieren que les diga, estoy tan sorprendido como ustedes. Este es uno de esos que dividen las opiniones extremas a partes iguales. Es “lo mejor” o “lo peor” del mundo mundial, dependiendo a quien le preguntes. Hay una desconexión entre un sector de la prensa “especializada” (sobre todo en Youtube) que lo odia y la mayoría de los fans de la banda que lo adoran. Mismos fans que destrozaron en su época el Hail To The King, así que la adoración no se debe simplemente al fanatismo. Es increíble que se hayan salido con la suya con este disco que más que un rompecabezas de diferentes estilos parece una rocambolesca sucesión de estados de ánimo.

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DECEPCIONES del año: Coincido con mi amigo Nelson en que este año no salió ningún “tostón”, pero sí algunos trabajos un tanto mediocres de bandas ya establecidas (de una banda nueva no te esperas nada). Acá los dos primeros adolecen principalmente de una mala producción, mientras que los otros dos son simplemente aburridos. Nota: El 72 Seasons de Metallica no fue una decepción, lo esperaba así. 

Tetragrammacide - Typho-Tantric Aphorisms From The Arachneophidian Qur'an- [Black/Death Metal, Noise] Esoctrilihum - Astraal Constellations Of The Majickal Zodiac [Black Metal]
Artery Eruption - Straight To The Ass [Brutal Death Metal]                                                                                          Immortal - War Against All [Black Metal]


miércoles, 6 de diciembre de 2023

Machine Head - Catharsis (2018)

[Segundo intento de hacer esta reseña, perdí lo que había escrito.] 

Recuerdo haber leído la reseña del disco en The Metal Observer donde le dieron un 8 de calificación. Lo escuché unos días después, me gustó un poco y lo dejé “descansar” unos días para luego retomarlo con más calma. Pero ah, que veo “la que se arma” en las redes con reseñas muy negativas y no entendí tanto alboroto. Todavía no lo entiendo. Aunque sí recomiendo escucharlo con mente abierta.


En el apartado musical hay cuatro “anomalías”, por así decirlo. Bastards es una canción media ¿folk? que si la ves como Metal es un cero pero si fuera de Mumford & Sons sería al menos pasable. La verdad sobra… Triple Beam parece un tema de Korn con letra de Ice-T… a mí me gusta pero entiendo que sea un coñazo para mucha gente. Por otro lado la balada Behind A Mask no está tan fuera de lugar si tomamos en cuenta que MH ha hecho baladas anteriormente, además tiene un sabroso solo de guitarra acústica. Pero Eulogy es el verdadero bodrio del disco. Si te suena familiar es porque resulta ser la misma melodía de Bastards pero en un tono más oscuro y lento. Se hubieran ahorrado casi 7 minutos y el disco terminaría por todo lo alto con Razorblade Smile, un tema mucho más “arriba”.

El resto es más o menos el Machine Head estándar de los últimos 14 años. El álbum empieza a todo tren con la energética Volatile que trae riffs thrashers con influencia de los primeros Slipknot. Los dos singles del álbum Catharsis y Kaleidoscope contienen riffs y estribillos sencillos pero resultones, son perfectos himnos para tocar en vivo. Hope Begets Hope y Grind You Down son dos trallazos groovys que parece sacados del Through The Ashes Of Empire mientras que la épica Heavy Lies The Crown trae un Heavy Metal clásico con riffs muy maidenescos y una sección con guitarras dobladas y solos característicos de los últimos trabajos de la banda. Psychotic es otro tema de Groove/Thrash Metal de alto calibre con un gran breakdown al final. Pero no todo es oro de este lado, Beyond The Pale empalaga un poco repitiendo el riff principal muchas veces y Screaming At The Sun abusa de unos tímidos coros ala Alice In Chains.

En cuanto a las letras… Recientemente Joel Gallager de Dying Fetus en una entrevista explicó que a él realmente no le interesa mucho las letras de las canciones y al metalero promedio tampoco. Bueno cuando se trata de MH parece que sí importa. Será porque se entiende lo que canta, quizás Robb debería hacer guturales así dejarían de quejarse tanto. En serio, escuchamos cosas peores todos los días sin darnos cuenta. Nadie pone el grito en el cielo cuando las letras de Origin tratan sobre un “universo incomparable” y “Chaosmos” [WTF?] o Abnormity con su “Desintegración irreversible” (¿existe alguna desintegración que sea reversible?). Aquí hay desde historias tragi-cómicas basada en hechos reales (Triple Beam - California Bleeding), hasta una lección de historia medieval (Heavy Lies The Crown), pasando por despotriques políticos de tinte izquierdoso (Bastards - Razorblade Smile) y otros de tono auto-reflexivos (Catharsis - Kaleidoscope). Sí, algunas letras dan medio cringe pero yo me las tomo con humor. Y a estas alturas nadie debería sorprenderse con la postura política de Flynn, no la ha escondido en todos estos años.

Estaba claro que Machine Head con Catharsis no iba a complacer a sus seguidores más exigentes y mucho menos a sus detractores. Aunque tomaron muchos riesgos con este trabajo me parece desproporcionado el mal trato que se le dió, esto no es el desastre que nos trataron de presentar. Pero producto de todas las críticas pocos meses después del lanzamiento se fueron el baterista Dave McClain y el guitarrista Phil Demmel. Robb tuvo que reconstruir la banda para seguir girando y luego sacar el (bastante mejor) disco Of Kingdom And Crown en 2022.

Puntuación: 68/100




miércoles, 29 de noviembre de 2023

Dying Fetus - Make Them Beg For Death (2023)

 

DYING FETUS ranking

#6: Make Them Beg For Death (2023)

Después de 6 largos años de espera regresan los chicos de DF con este MTBFD que llega con pocas sorpresas. Ya tienen un estilo bien definido desde Destroy The Opposition. Lo que no quiere decir que no hagan toques puntuales aquí y allá para refrescar su propuesta y que esté más acorde con los tiempos que corren. En esta ocasión además de mejorar un poco la producción con respecto al trabajo anterior noto un acercamiento a patrones musicales del Technical Brutal Death moderno de bandas como Cytotoxin y Gutslit que a su vez están muy influenciadas por Dying Fetus. Es curioso cómo el ciclo de la música crea una retroalimentación entre el maestro y sus alumnos. Escuchen Raised In Victory, Razed In Defeat (especialmente a partir de 1:58) y díganme si no les recuerda a Cytotoxin, hasta el tono de guitarra se parece. Por otro lado, la marcha a mitad de Undulating Carnage me suena a algo de Sanguisugabogg, otra banda bastante joven. En general me parece que han bajado un poco las revoluciones comparado con la salvajada que fue Wrong One To F*ck With. También hay tiempo (como no) para la tralla más salvaje en Hero’s Grave, la corta Throw Them In The Van y la abridora Enlighten Through Agony mientras sacan su lado más pegajoso con el ritmo a medio tiempo al final de Compulsion For Cruelty. El disco cierra con el trallazo Subterfuge que te da ganas de volver a dar play al final. Esta vez han vuelto a los treinta y tantos minutos de duración habituales, perfecto runtime para un álbum de este estilo. Del rendimiento individual del trío no se puede pedir más, es envidiable su forma técnica y compositiva a pesar de la edad, ya están bien entrados en los 40. Por último quiero anotar que me llama la atención la inclusión del logo antiguo encima del “nuevo” en la portada, no sé a qué se debió esta decisión de diseño… Quizás este no sea el disco definitivo de Dying Fetus pero sin dudas es una excelente adición a la colección de todos los amantes de la banda y del Death Metal en general.

Puntuación: 84

domingo, 26 de noviembre de 2023

Metallica - 72 Seasons (2023)

Voy a empezar por lo obvio: no hacía falta otro disco de Metallica. Por lo menos a mí no. Por eso sabiamente evité escuchar el adelanto Lux Aeterna para que (por si acaso) no me pasara lo mismo de la vez pasada cuando escuché los primeros singles y me despertaron cierta expectativa que luego se convirtió en decepción. I mean, igual no esperaba nada espectacular 7 años después del subpar Hardwired To Self Destruct. Y aunque Lux es uno de los mejores temas del disco ni siquiera llega a la altura de un Fuel, y mira de lo que estoy hablando. Uno de los mayores problemas de 72 Seasons es que por el amor de Dios no se ponen de acuerdo en que estilo quieren tocar, si Hard Rock o Heavy Metal o Thrash Metal. Y lo hacen en parte porque saben que apestan tocando cada uno de ellos y también porque deben al menos tratar de complacer a las dos aficiones que los siguen. Con el Thrash se ganaron el respeto de la comunidad metalera (que hoy medio los siguen por nostalgia) y tocando rock moderno/de arena consiguieron acceso a una mayor audiencia, los premios Grammy y la riqueza. Siguen con los mismos problemas que azotaron la segunda mitad de Hardwired: Canciones demasiado largas, riffs lentos y/o repetitivos estirados hasta el cansancio, solos de guitarra displicentes, batería aburrida e irritante. Tomo por ejemplo You Must Burn que empieza medio sabbathesca y termina tratando de emular el groove de la famosa Sad But True pero falla miserablemente en el intento. Sleepwalk My Life Away como su nombre lo indica parece que la compuso Hetfield medio sonámbulo en el estudio, no encuentro otra explicación posible para ese bodrio de 7 minutos. If Darkness Had A Son parece una corrección que les puso una maestra de primaria en plan “debo repetir el riff principal 50 veces”. De hecho así se siente el 65% de este álbum. Pero no todo es malo, hay algunos temas decentes, que por supuesto son los más “rápidos”: 72 Seasons, la mencionada Lux Aeterna, Too Far Gone y Room Of Mirrors nos recuerdan que aún les corre sangre caliente por las venas. El sonido del álbum digamos que es correcto y limpio, no esperaba menos de una banda tan famosa, aunque la batería está demasiado alta en la mezcla. Hablando de instrumentos, veamos el rendimiento de los integrantes: Lars es (como siempre) el eslabón débil de la cadena, la pata corta de la mesa, el peso muerto, el ancla de tres toneladas que no deja al barco zarpar. Su estilo y habilidad en los parches nunca ha sido para tirar cohetes pero es que incluso ha empeorado con el paso de los años. Más que tocar la batería parece arrastrarse durante todo el disco. Lo digo asumiendo que lo que se oye es él tocando, bien podría ser una batería programada por la “roboticidad” de la ejecución a pesar de ser beats muy sencillos (Lux Aeterna, Room Of Mirrors, 5:00 – 5:10). Kirk “Wah” Hammer cumple como guitarra acompañante y hasta destaca con algunos solos, pero no porque sean maravillosos, sino por la música tan pobre que los rodea. Luego está Robert Trujillo, muy buen bajista pero sabemos que es más bien un empleado. Está ahí exclusivamente como músico de sesión, no aporta nada musicalmente y no se escuchaba en los discos, aunque ya lleva más tiempo que los dos bajistas anteriores juntos. Pues ahora debe estar contento pues le dan más espacio en la mezcla y tiene algún que otro momento destacado, como al inicio de Sleepwalk y Crown Of Barbed Wire. Y por último tenemos a Hetfield, el verdadero cerebro y corazón de esta banda, el que escribe los mejores temas y la mayoría de las letras. Por desgracia últimamente ha dado muestras de no estar en buena forma, vimos cómo se desplomó durante un concierto en mayo. La mayoría de sus riffs acá son súper predecibles y perezosos, recuerdan a la fatídica época de los 90’s. Y aunque trata de darle “vida” al álbum con algunas de sus mejores vocales en años (Inamorata) parece que se le ha olvidado escribir coros memorables. Ahora, me puedes decir que todos estos problemas se deben a la avanzada edad de los miembros, que ya llegan a los 60 años. Y yo en parte estaría de acuerdo contigo, por eso mismo empecé diciendo que no había necesidad de sacar este disco. Hay que saber cuándo retirarse con dignidad. Pero otros artistas de esa misma edad están sacando discos sino buenos al menos decentes. Mira a Robb Flynn (Machine Head), Bobby “Blitz” Ellsworth (Overkill), Mille Petrozza (Kreator), sus coterráneos de Testament y hasta Dave Mustaine con Megadeth. La diferencia es que ellos se han rodeado de músicos jóvenes que los revitalizan y están más preocupados por su legado musical que en sacar discos como excusa para hacer giras y así poder pagarle al de las luces, al que jala los cables, el que hace las camisetas, a los abogados, los que les arreglan las uñas, etc. Cuando estás pensando en números negros todo el tiempo la música pasa a un segundo plano. Por eso Metallica es el mejor ejemplo de la prostitución de la música. Hacen lo que sea para vender, desde tocar con Miley Cirus en los premios Grammy hasta cantar canciones de Rihanna en Carpool Karaoke y tocar con los pingüinos en la Antártida. Son los modelos Onlyfans del Metal. ¿Y quién tiene la culpa? Sus seguidores… La fanaticada de Alcohólica es una de las menos exigentes del mundo. Lars & Co. pueden grabar sus pedos en un micrófono y venderlos en forma de álbum que de todas formas mucha gente lo va a consumir, como mismo muchos hombres compran los frascos de pedos y “aguas de baño” de las modelos OF. El odiado St. Anger fue #1 en la Billboard y monstruoso Lulu debutó en el #33 cuando no tenía que haber vendido ni una copia.... Después de este despotrique ya imagino a mi amigo Juan preguntando cual es el problema y a mí que me importa si no me gusta la banda. La verdad es que no me importa, podría vivir 50 años más sin escuchar otra canción de Metallica. En fin… Si eres como yo y no te ha gustado (casi) nada después del Black Album, no te preocupes, esto tampoco te va a gustar. Sigue disfrutando de los primeros 4-5 discos y si acaso has una playlist con las 10 buenas canciones que han sacado en los últimos 30 años. O mejor ve a escuchar el ultimo de Overkill (que estrenaron el mismo día) o el de Angelus Apatrida, una banda “nueva” con muy buena discografía. Ya terminando me doy cuenta de que esta reseña es más sobre Metallica que sobre 72 Seasons. No sé si voy a tocar esta banda otra vez en el futuro. Puntuació: 50/100

The Kennedy Veil - Imperium (2017)

¿Qué rayos le pasó a esta banda? Pasaron de volarme la cabeza con el EXCELENTE Trinity Of Falsehood en 2014 a provocarme bostezos con este trabajo. Mira que le he dado oportunidades (escuchas) y cada vez me gusta menos. Claro, también es un animal diferente. Mientras en TOF tocaban un Technical Brutal Death Metal tipo Origin/Suffocation y el lema promocional era “No throwbacks, no breakdowns, no wanking, no trends. Modern American Brutal Death Metal!” acá dejaron eso un poco de lado para hacer un death metal/black metal sinfónico ala Behemoth/Dimmu Borgir. La propuesta es menos compleja, centrándose en crear atmósfera con trémolo riffs y blast beats más la incorporación de partes de música clásica que le dan un toque épico al álbum.
Pero Imperium me deja con la sensación de deja vu en plan “he escuchado esto antes pero mejor desarrollado”, pensando en bandas como Septicflesh y Fleshgod Apocalypse. Lo peor son los riffs demasiado predecibles que meten a veces para crear “atmósfera” y otras veces a modo de built-up antes de que el tema explote, como al inicio de Flesh Of The Sun y Hunted To Extinction. Creo era una buena oportunidad para meter solos de guitarra que dieran más dinamismo, pero la desaprovecharon. Por suerte veo un vestigio de glorias pasadas en algunos momentos puntuales donde combinan las facetas técnica y sinfónica con éxito. Me refiero a los temas Draconian y Seething Rot.
El baterista Gabe Seeber vuelve a ser la estrella de la banda con su repertorio de blast beats, breaks e impresionantes fills. Sin él el disco sería aún más monótono. Monte Barnard, el nuevo vocalista es potente y variado. Posee al menos tres registros, guturales, alaridos (highs) y otro medio hardcorero y no abusa de ninguno, los usa de forma inteligente. No tengo queja en ese apartado. Además es asistido en 3 temas por vocalistas de talla mundial como son Sven de Aborted, Trevor (RIP) de The Black Dahlia Murder y Dickie de Infant Annihilator. Las letras no están disponibles online pero parecen tratar problemas políticos actuales a juzgar por los títulos de las canciones, aunque no creo que sea un álbum conceptual.
Con el agrego de los elementos sinfónicos la producción se siente comprimida; la batería está demasiado al centro, las guitarras a veces se escuchan medio enterradas por los violines (Godslaughter y Draconian) y el bajo “brilla” por su ausencia.
Pero a ver no me entiendan mal, el disco está bien grabado, bien ejecutado, correctamente producido y la música es disfrutable. Hasta estuvo incluido en algunos tops de lo mejor del 2017 en webs que considero respetables. Solo es que me deja un poco frío y no tiene (ni de cerca) el mismo replay value que Trinity Of Falsehood. Pero si te agradan los grupos mencionados arriba es bastante probable que te guste. Perfectamente puede servirte de puerta de entrada al mundo de The Kennedy Veil.

Puntuación: 70 de 100


domingo, 22 de octubre de 2023

Dying Fetus - Wrong One To Fuck With (2017)

 

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#7: Wrong One To Fuck With (2017)

En 2017 el grupo se encontraba de nuevo en una situación “complicada”. Con el reto de llenar las altas expectativas dejadas después del gran Reing Supreme y el agregado de que habían pasado 5 años sin sacar material nuevo. Pero recuerdo que al escucharlo por primera vez se me disiparon todas las dudas, los chicos de Baltimore nunca decepcionan.
Fixated On Devastation rompe el hielo al clásico estilo Dying Fetus con frenéticos sweeps en la guitarra y vertiginosos fills de batería que desembocan en distintos tipos de grooves que luego alternan con partes ultra-rápidas. Seething With Disdain es otro tema que pega fuerte con sus constantes cambios de ritmo, combinando riffs thraheros, grooves infecciosos, stops & go, escalas de bajo y guitarra, blast beats… you name it, esta canción tiene de todo. El trío suena más en forma que nunca, en especial Trey Williams que se da el lujo de incluir gravity blast a su repertorio en Fallacy (0:30). John y Sean de nuevo combinan sus voces estupendamente para “escupir” las letras cargadas de violencia y pesimismo. El trabajo de las cuerdas impecable como siempre en ejecución y composición, con la justa dosis de técnica y memorabilidad.
El álbum en general tiene un tono más oscuro y visceral comparado con discos anteriores. Esto gracias a una producción robusta que acentúa las frecuencias bajas (bajo y bombos) pero mantiene la claridad necesaria para percibir toda la complejidad de la música. Los temas son más largos y variados que de costumbre (incluso para DF) y se centran en bombardear al oyente con la mayor cantidad de cambios posibles en vez de seguir la estructura tradicional de verso-coro-verso-coro. Y ahí precisamente está la principal falla del CD: su duración. Me cuesta escucharlo completo. Uno se llega a fatigar a partir del tema 8 o 9. Ojalá hubieran editado un poco aquí y allá hasta dejarlo en unos excelentes 40 minutos, que en mi experiencia es lo máximo que debe durar un disco de Brutal Death Metal. Pero bueno, si esa es la única queja de un álbum… entonces es un buen álbum.

Puntuación: 80/100

Dying Fetus - Stop At Nothing (2003)


 

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#8: Stop At Nothing (2003)

Con el peso del mundo sobre sus hombros. Así se debieron sentir los chicos a la hora de componer este disco que sucedía al monumental (spoiler alert) Destroy The Opposition. Pero… este no es el mismo lineup que grabó aquel álbum tres años antes, era injusto pedirles algo de la misma calidad. De aquella formación sólo quedó el fundador John Gallager (guitarra y voces). Dos de los miembros más importantes, Jason Netherton (bajo y voces) y Kevin Talley (batería) se marcharían a formar Misery Index, otra buena banda de deathgrind.

En general la música y las letras sociopolíticas siguen un estilo similar al álbum anterior pero se les nota menos inspirados. Y al igual que su debut siento que algunos pasajes son muy predecibles.
Los nuevos miembros Sean Beasley en el bajo, Vince Matthews en las vocales y el guitarrista acompañante Mike Kimball cumplen dignamente sus labores. No es tanto el caso del baterista Erik Sayenga, al menos para mí, no he visto esta queja en ningún lado. Me parece que se queda detrás en algunos compases, como si estuviera tocando a 0.9x de velocidad. Escuchen Schematics (2:40) y Forced Elimination (0:50) y díganme, quizás soy muy exigente con él. Los riff van como siempre desde lo muy técnico a lo mas groovie, con poco espacio esta vez para las partes slam. Se mantiene el doble ataque vocal (gutural y hardcore) que siempre dan cierto dinamismo a las piezas.
La producción en general es correcta y limpia (quizás demasiado), con la batería dominando ligeramente en la mezcla.
Aunque Stop At Nothing es un sólido disco de death metal, no noto mucha mejoría con respecto a su debut, por eso está tan abajo en el ranking. Aunque repito: no hay disco malo de Dying Fetus.

Canciones sobresalientes: One Shot, One Kill y Schematics

Puntuación: 70/100

 


sábado, 14 de octubre de 2023

Dying Fetus - Purification Through Violence (1996)

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#9: Purification Through Violence (1996):

Como casi todas las bandas del género sus inicios fueron muy humildes.
Este disco cuenta con una producción prácticamente casera, aunque no demasiado áspera si tenemos en cuenta la época. Aquí se aprecian los elementos que mencioné en la presentación en su forma más primitiva. Imaginen a unos Suffocation más groovies y “juguetones”. Los temas se van sucediendo rápidamente, casi ninguno pasa de los 4 minutos.
El mejor para mí es Permanently Disfigured, sobre todo su sección media, donde asoman esos punteos de guitarras tan marca de la casa y también un buen solo de guitarra que se ve un poco empañado por la producción. Otros temas destacados son Skull Fucked y Blunt Force Trauma. Con esos títulos ya se imaginan de que tratan las letras de las canciones.
Este debut no es malo pero se le nota la falta de experiencia y originalidad a la hora de componer los temas. También la repetición de ciertos patrones y riffs que empañan algunas canciones, como en R*pe On The Altar y Skum (F*ck The Weak). Esto lo fueron subsanando paulatinamente en trabajos posteriores.

Puntuación: 65/100


 


DYING FETUS ranking

 

DYING FETUS ranking

A propósito de la salida del último disco de Dying Fetus me dieron ganas de hacer este ranking en vez de las habituales tier list que suelo hacer. Así de paso hago una mini reseña de cada disco.
Para quien no conozca a Dying Fetus, les cuento que es una banda de Brutal Death Metal de Baltimore, Maryland, Estados Unidos. Se formó en el año 1991 y al principio tocaban un Brutal Death Metal muy a la usanza de la costa este (Suffocation, Pyrexia, Internal Bleeding) que combinaban con partes grindcore y slams. Luego mutaron a un Death Metal más técnico a la vez que orientado al Groove. A pesar de sus cambios de integrantes han sabido mantener su sonido característico a través de los años. 

Trataré de ser lo más objetivo posible, pero siempre reconociendo mis gustos.


martes, 26 de septiembre de 2023

Syphilic - A Composition Of Murder (2011)

 

Syphilic no es una banda que se mencione mucho en el mundo del underground a pesar de tener ya una extensa discografía. No es fácil destacarse dentro del sobresaturado mundo del Brutal Death Metal. O quizás su casi-anonimato se deba al hecho ser básicamente una one man band obra de su mastermind Brian Forge. Además todo su material hasta este momento había salido de forma independiente. Me vine a enterar de su existencia por la desaparecida página Pitchline Zine y me atrapó desde el primer momento. Ese Brutal Death rudo y a la vez desquiciado que presentó en su debut Erotishock Therapy no se parecía a nada que yo hubiera escuchado anteriormente. Con el EP Symphony Of Slit Throats consolidó su estilo y vino la consagración en el segundo LP Behind Bars, que de paso lo apuntaló como uno de los mejores guitarristas del género (al menos para mí). Así que Brian llegaba con la vara muy alta para este disco que sacó solo un año después.
El concepto del álbum (artwork y letras) está inspirado en la vida del asesino serial Carl Panzram. Cada canción está titulada con algunos de los seudónimos que usó para pasar desapercibido mientras cometía sus crímenes en diferentes ciudades de Estados Unidos.

Describir con precisión la música de Syphilic es en extremo difícil. No por un derroche de estilos diferentes, sino por su particular fórmula de componer canciones. Si estás familiarizado con discos anteriores sabes que su estilo está lleno de riffs rápidos y retorcidos, ritmos de baterías estrambóticos y voces guturales inhumanas. Las influencias de Syphilic son Insidious Decrepancy, Viral Load, Guttural Secrete, Necrotic Disgorgement y los Liturgy de Matti Way con una pizca de aura blackmetalera de bandas tipo Portal y Deathspell Omega. Aunque en este álbum también noto otras influencias clásicas como el Death de Leprosy en el tema Jeff Rhodes (0:33) y unos Cannibal Corpse más retorcidos en Jack Allen (4:28).

La placa comienza con una intro acústica que progresa en un built up medio thrashero muy ala The Call Of Ktulhu de Metallica (de la que Brian es superfan confeso) y termina explotando en el segundo track donde se desata la locura más desenfrenada. Los temas se suceden sin pausa y sin aviso, aunque uno a veces percibe cuando pasan por los súbitos cambios de ritmo. Pero de alguna forma hay un sentido de coherencia entre tanta locura. Existe un parentesco entre todas las canciones, parece una sinfonía dividida en doce movimientos… O más bien se asemeja a una familia endogámica de caníbales, jejeje. Hay riffs que te golpean sin advertencia y te dejan noqueado, como en…….. no, no voy a decir donde ni cuando para no arruinar la sorpresa. Sólo diré que uno de ellos es en la canción Jefferson Davis al minuto 0:23. Ya me dirán ustedes que partes les sorprendió más. Otro de los puntos fuertes del disco es la programación de la batería, que es otra marca registrada de Brian. Los golpes de bombo, tombs, caja y platillos son aún más desquiciados que los riffs si cabe y no hay tiempo para el descanso, ni siquiera en las partes groovies. Yo apruebo el uso de este recurso cuando es ejecutado de esta forma tan soberbia. No puedes hacer esto con un baterista de carne y hueso. Para tocar el bajo Brian se vuelve a reclutar a su tocayo de apellido Baxter de fama en Gorgasm y Necrotic Disgorgement. Aunque su aporte puede parecer insignificante porque su instrumento no está demasiado presente en la mezcla para mí el sólo hecho de seguir los trastornados riffs de Forgue ya es para aplaudir. Y tiene algún que otro momento destacado, por ejemplo en The River Pirate (2:54). En los créditos se mencionan algunos vocalistas invitados pero no dice en que temas y es difícil distinguirlos. De todas formas la estrella del show sigue siendo Brian con su gutural profundo, mezcla de orangután furioso y león hambriento. El álbum termina como empezó, con el mismo pasaje acústico y un fragmento de un show del comediante Lewis Black (que ya ha aparecido en discos anteriores) donde bromea sobre la necrofilia.

Lo dicho, son 37 minutos de tralla desmedida y sin fisuras para la mentes más enfermas. No sorprende que este tercer LP haya salido bajo el estelar sello Sevared Records. Y aunque mi favorito es Behind Bars, este A Composition Of Murder probablemente sea su mejor álbum objetivamente hablando.

Puntuación: 90/100


jueves, 21 de septiembre de 2023

Chris Brown - Indigo (2019)

Después del riesgoso Heartbreak On A Full Moon, Chris Brown se molestó muchísimo. Sintió que no estaba recibiendo el crédito que merecía por su talento musical. Pero es comprensible: cuando pones 45 canciones en un álbum, eso saca de paso a mucha gente y refuerza la idea de que estás haciendo la misma canción una y otra vez. Y la verdad no puedo culparlos por pensar eso en el caso específico de Heartbreak. Esta vez “sólo” son 30 temas en la versión regular más 3 bonus tracks que dan una duración de casi dos horas y diez más en la versión extendida que se prolonga hasta las…. 2 horas y 42 minutos… Ok, puede parecer demasiado pero CB es probablemente el único que puede hace esto sin que sea un desastre total, incluso si sólo 10 de las 43 son temazos, las otras 33 son al menos pasables. De hecho, no creo que puedas encontrar muchas canciones “MALAS” en toda su discografía, incluyendo sus mixtapes. Or maybe I’m just biased, cosa que estoy dispuesto a aceptar. Pero bueno, voy a la música: Este podría ser su trabajo más orientado al Pop desde el laureado F.A.M.E. Con Pop me refiero a “popular music”, es decir, lo que está “pegado” actualmente, que se aleja un poco del R&B y el Hip-Hop al que Chris nos tiene acostumbrados. En 2011 lo que predominaba en las listas de éxitos era la música electrónica “bailable” de gente como Diplo, Afrojack, Benny Benassi que produjeron algunas cosas para él en aquel álbum. En 2019 lo que prevalece son ritmos más tropicales/caribeños, como el afrobeat y el dancehall. Realmente no puedo decir que disfrute mucho ese lado más “tropical” de Chris. Simplemente no es tanto de mi agrado. Lo prefiero en su estado “natural”, más orientado al R&B/Hip-Hop. Me parece que está tratando de complacer al público más joven. La verdad lo hace muy bien, tiene el talento necesario para ello y un grupo de escritores/productores de lujo detrás. Ok, no dudo que también le gusta producir este tipo de música, no la hace sólo por satisfacer a una audiencia específica. Tampoco quiero caer en el clásico debate sobre lo que uno cree que un artista debería hacer con su música, sobre todo a este nivel de estrellato, donde un “pinchazo” en ventas te puede costar un contrato y hasta la carrera. Por suerte aproximadamente el 60% del disco sigue siendo R&B/Hip-Hop y Breezy fue inteligente al repartir los temas “para chicos” por todo el álbum, en vez de reunirlos en secciones. Otra estrategia ingeniosa (a mi entender) fue la selección de los singles, que, aunque no son lo que yo hubiera escogido sí representan el conjunto de estilos musicales que conforman Indigo. El primer single Undecided es un tema bailable de Tropical House producido por el reverdecido Scott Storch. El segundo Back To Love combina el R&B con el dance-pop pero muy influenciado por Michael Jackson tanto en las voces como en la letra. Luego sacó Wobble Up (feat. Nicki Minaj & Eazy-E), este más tirado al Hip-Hop actual. Seguidamente publicó el supermegaéxito No Guidance junto a Drake, un R&B a medio tiempo muy bien logrado, donde las dos superestrellas se complementan en sus respectivos versos y no se siente como que uno sobresale por encima del otro. Además Aubrey nos regala una de las líneas más destacadas de todo el plástico: “I seen how you did homeboy, please take it easier on me”. Y por último Heat (feat. Gunna & Tank), una pieza con base trap acompañado de algunas notas de sintetizador. Otras canciones destacadas son la épica Red con su intro de la caminata lunar y un buen solo de guitarra eléctrica; la balada a medio tiempo Come Together (feat. H.E.R.); la divertida Early 2k (feat. Tank), un homenaje al de R&B de principios de siglo y la balada Don’t Check On Me (feat. Justin Bieber & Ink). Es saludable de escuchar de vez en cuando una balada “real”, sin percusión de base, totalmente acústica. Tengo la sensación de que es una composición que el productor Poo Bear hizo para Justin pero este no la quiso y se la ofreció a Chris. Mención especial para las 5 canciones “dobles”, que empiezan de una forma y progresan a otra completamente diferente, parecido a lo que hizo su amigo Eric Bellinger en el disco Cuffin Season Part 2 y Justin Timberlake en FutureSex / LoveSounds. Realmente no tengo quejas con la producción ni con la mayoría de las colaboraciones de los artistas invitados. Tampoco con la interpretación vocal de Chris, aunque sigue sin gustarme el abuso del auto-tune en algunas piezas, concretamente en “Red” y “Sexy”. Me duele particularmente porque él es uno de los pocos cantantes de R&B que actualmente pueden cantar lo que se dice “BIEN” y no estoy hablando solo de rango vocal. Los Drake, 6lack, Tory Lanez, Chrishan, Bryson Tiller y compañía no podrían cantar bien ni aunque su vida dependiera de ello. En el sexo femenino la cosa no mejora. Pero hey, what do I know. Siento que estoy gritando al vacío con el tema del auto-tune. Ya casi todos lo usan y nadie se queja. En el plano lírico el disco no es muy variado, centrándose principalmente en los tópicos del amor y el sexo bastante subido de tono, pero dejando espacio para otros tópicos más reflexivos donde discurre sobre su pasado turbulento. Me refiero a Dear God (“I can't take too much more of this / S.O.S. and no one's coming / I'm hoping God can solve my problems”), también la semi-balada Part Of The Plan, que me recuerda a la famosa Leave Me Alone de Michael Jackson (“Maybe bringing shit up/ I can't fight, and they always need a bad guy / I just laugh when I think about it…. When you look at my past, I need you to understand it / Wasn't part of my plan”) y la ya mencionada Don’t Check On Me, donde lamenta la pérdida de un gran amor (“don't check on me / If we're not together, then it's probably for a reason / Every heartbreak has its season / And it looks like winter for you”). Si se dan cuenta él toma bastante responsabilidad por sus fallas, incluso si en la misma canción está “cargándose” a la chica también. Side note: hey ladies, en sus canciones no veo la misma madurez, ustedes no hacen nada mal, ¿verdad princesas? (Kiana, me ocuparé de ti luego)… Mi único reproche en el apartado de las letras es para la torpe Need A Stack y la ya directamente estúpida Wobble Up, que para colmo van juntas en el tracklist. Por suerte la música de fondo medio que salva ambas canciones. Por último no quiero terminar sin antes celebrar la espectacular portada obra del artista gráfico Saturno y que representa muy bien el contenido de la placa. En resumen, otro buen disco de Breezy. No creo que pase a la historia como un Top 3 en su discografía, pero no tiene desperdicio. Lo digo con toda responsabilidad, lo he escuchado COMPLETO unas 10 veces en estas últimas semanas. Hey, este tipo lleva dándonos buena música durante casi 20 años y su nivel de talento está allá arriba con los mejores en el universo, es hora de darle el crédito que merece. 

 Puntuación: 85/100 

PD: hay una tema llamado Let’s Smoke que aparece en una de las versiones del álbum pero no he podido escucharla, no la encuentro en las plataformas de streaming. Por eso digo arriba que son 43 canciones y abajo dije que 42.


lunes, 3 de julio de 2023

Aborted - Strychnine.213 (2008)



Strychnine.213 es el sexto disco de los belgas Aborted. Creo que no fue el primero que escuché de ellos pero sí el primero al que le presté atención, allá por 2010.

Si bien Aborted empezó como una banda que mezclaba un brutal death metal tipo Cannibal Corpse/Suffocation con el aura goregrind de Carcass en sus primeros 3 discos poco a poco fue mudando su sonido hacia terrenos más melódicos en álbumes posteriores, a medida que iban cambiando sus integrantes. Esta no es la misma banda que grabó The Purity Of Perversion ni el aclamado Goremageddon. Se dieron varios cambios en todos los instrumentos entre 2005 y 2008, menos en las voces que siempre han estado a cargo de Svencho (el alma de Aborted). Tampoco los tiempos eran los mismos: En 2008 se vivía el punto álgido del metalcore a la par que empezaba a despuntar el deathcore y la banda recientemente había firmado con Century Media, una compañía “mainstream” (en el contexto del Metal) que ya mostraba su interés en estos géneros con los fichajes de Shadows Fall, Despised Icon y Suicide Silence. Todos estos elementos son claves para entender por qué Strychnine.213 suena de esa forma.

Lo primero que quiero dejar claro es que este no es un disco de metalcore/deathcore. Y aunque así fuera tampoco habría que descalificarlo de entrada, ningún género es mejor que otro. Estamos ante la continuación lógica de Slaughter & Apparatus: A Methodical Overture, es decir, un brutal death/grind melódico, por así decirlo. Los guitarristas hacen un excelente trabajo mezclando puros riffs de goregrind con otros más melódicos, además de algunos medios tiempos y semi-breakdowns. No cambiaron tanto de un disco a otro y no creo que Century Media los haya presionado para que modificaran su sonido. Lo que se oye en Strychnine es una especie de “relajación” de la música, dando más respiro a las canciones, bajan un poco el pie del acelerador. Ya no se siente esa brutalidad tan uni-dimensional de sus primeros trabajos.

El primer tema Ophiolatry On A Hemocite Platter es el más largo del disco y engloba todas las características que mencioné anteriormente. Empieza a toda pastilla con un Sven tan entendible que casi te invita a cantar con él (“Worship my name…”) pero a partir de 0:24 empiezan a alternar algunas partes groovies con otras rápidas hasta 2:20 donde hacen un built-up hasta que entran unos semi-breakdowns en 2:50m, luego meten un buen solo de guitarra a lo Arch Enemy para luego cerrar con más groove. “i35” sigue la misma tónica, con el baterista Dan Wilding comandando la carnicería (atención a lo que hace en minuto 1:43, no me extraña que haya terminado tocando en Carcass) y un Sven brutalísimo alternando varios tipos de registros vocales hasta 2:27 donde meten grooves tipo Pantera y luego finalizan con riffs y solos muy melo-death. Así transcurre más o menos todo el álbum, lo que a veces se altera el orden de las partes, pues unas canciones comienzan lento hasta que explotan más adelante. Mención especial para algunas secciones, como el inicio lento en A Murmur In Decrepit Wits que me suena de repente un poco a Eyehategod; y los sintetizadores que usan en The Chyme Congeries que recuerdan a la banda de industrial-metal The Amenta, de la que Sven es fan confeso. Y para cerrar el disco un bonus track con cover de… ¡Pantera! para reafirmar las influencias groovies que tiene este Strychnine.213.

Ah no he mencionado las letras. Estas tratan de asesinatos y/o violencia en general,

(Avarice of vilification, distorted and skewed
The degrading of vermin an intoxicating brew
Human emotion a burden I gladly trade
Merely collateral to my relentless rage
)

lo que ya podíamos deducir por los títulos de las canciones y algunos samples con la voz de Charles Manson esparcidos por todo el disco. La producción me parece excelente, muy limpia y orgánica al mismo tiempo, en especial la batería.

En definitiva un disco muy recomendable. Tiene todo lo que un buen amante del death metal puede querer: técnica, velocidad, contundencia, riffs memorables, solos excelentes, voces salvajes... El hate que recibe sólo se puede explicar con la tendencia de ciertos metaleros “trve” de rehuir de cualquier cosa que “huela” remotamente a metalcore/deathcore. ¿Alguna pega? Bueno me parece que Sven suena un poco “cansado” en algunos momentos, no se escucha tan inhumano como nos tiene acostumbrados, sin dudas no es el mejor performance de su carrera, pero cumple.

Puntuación: 85/100