jueves, 5 de diciembre de 2024

Opeth - The Last Will and Testament (2024)

 

Te cuento por si has vivido debajo de una roca: Opeth es una banda sueca que empezó tocando Melodic Death Metal y mutó progresivamente (pun intended) en una de Rock/Metal Progresivo a partir de su álbum Heritage, dicen. Sólo había escuchado dos discos anteriormente: Blackwater Park hace muchos años y Sorceress cuando salió en 2016, de los cuales no recuerdo nada, y eso tratándose de mí es una mala señal, créeme. A veces es mejor causar una mala impresión que pasar desapercibido... Pero, en mi lucha por alcanzar la meta de escuchar 200 discos de este año (y también de paso sacarme esta espinita de reseñar a Opeth para responder cuando me pregunten por ellos) me dispuse a escucharlo con la mente abierta, pero no sin reparos debido a mi "historia” con el grupo. Y encontré más o menos lo que esperaba: nada destacable (spoiler). Bueno, tampoco es tan así, hay varios elementos sobresalientes, pero no son suficientes para lograr un buen resultado final. No quiero hacer esto tan largo, voy a tratar de explicar brevemente mi "problema" con Opeth y zanjar el tema de una vez por todas. Iré de mejor a peor. Para empezar, hallo la producción muy buena: es orgánica y clara, perfecta para este tipo de música. También destaca la voz del líder Mikael Åkerfeldt, tanto su canto limpio como sus guturales, que son bastante profundos pero entendibles. Bueno, más le vale porque Jesús bendito, nadie pudo escapar del revuelo formado por el anuncio de que este señor (por fin) iba a volver a hacer guturales después de 16 años¹. La ejecución de los instrumentos es... correcta, comparable con miles de bandas de Metal Progresivo alrededor del mundo. Claro, la música tampoco es excesivamente compleja. Lo más destacable son los solos de guitarra y el hiperactivo baterista. Pero el aspecto más pobre es precisamente por el que más se les celebra (incluso en este álbum): la composición (songwriting)... Eso me hace llevarme las manos en la cabeza como el meme de Jackie Chan. Acá escucho a una banda tratando de casar al Rock Progresivo con el Death Metal sin éxito, aunque en su favor debo reconocer que era una idea descabellada en primer lugar. Blood Incantation pudo llevarla a cabo bastante bien en Absolute Elsewhere, pero ese disco posee cierta coherencia musical y su la balanza está inclinada inteligentemente hacia el Death Metal. The Last Will and Testament por su parte tiene un carácter impredecible, las voces y riffs parecen desorganizados y los diferentes saltos entre géneros no están bien ensamblados: un segundo estás escuchando un (inofensivo) Death Metal Progresivo y melódico con guturales y de pronto la canción se detiene para meter un silencio de 10/15 segundos y luego insertan una sección de teclados u orquestación con voces limpias totalmente fuera de lugar. El efecto es bastante desorientador, eso está bien en un disco de The Dillinger Escape Plan, pero no es lo que quieres transmitir cuando estás haciendo un disco conceptual, creo yo. Y, al mismo tiempo uno siente que está escuchando la misma maldita canción bombardeándote con transiciones entre riffs groovies sobre ritmos sincopados y tranquilas secciones aburridas una y otra vez durante 45 minutos, hasta llegar a la última A Story Never Told que es totalmente acústica. También hay ¿demasiado? regusto al Rock Progresivo de los 70’s en muchas estructuras y riffs; no sé específicamente a cuáles bandas (¿Rush?), pero es el sonido de esa época. Reconozco que quizás ese es el problema: trato de verlo como Metal cuando en realidad es Rock Progresivo. Pero de todas formas nada de esto es remarcable, ni las secciones de Rock ni las de Metal, sino todo lo contrario: escuchen ese ritmo enreggaetonado (no puedo llamarlo de otra forma, es simple y llanamente reggaetón-rock) tan nefasto en §5 o el plagi… digo, la reinterpretación de Dream Theater en §6. Siento que estoy escuchando a Dream Theater con guturales, pero despojado de buena parte de sus dotes técnicas. Para muchos Life Is But A Dream de Avenged Sevenfold quizás tenía ese mismo efecto incoherente, pero al menos todas las partes eran excelentes. El carácter conceptual de The Last Will and Testament solo es apreciable cuando lees las letras, no es suficiente con los títulos de las canciones. Podría seguir por otras 700 palabras, pero ya me cansé.

La verdad no encuentro nada destacable en Opeth y ya he escuchado 3 discos de 3 etapas diferentes. Sigo sin entender tanta atracción hacia esta banda, por más reseñas que veo/leo. Y así me quedaré, no encuentro un solo motivo para volver a escuchar este álbum y tengo 0 ganas de explorar el resto de su discografía. A veces es mejor vivir debajo de una roca, no sabes los horrores que puedes encontrar afuera... Tranquilo, estoy exagerando, TLWAT sólo es promedio, no llega a ser horrible. Y no lo digo sólo porque no me guste, tampoco disfruto a Immolation, Periphery, Bell Witch, Napalm Death, etc, pero encuentro cosas en esas bandas que las hacen sobresalir entre sus congéneres y por lo tanto no me da (tanta) pereza volver a escucharlas. Al mismo tiempo hay discos que adoro pero ese gusto por ellos no me ciega y reconozco sus defectos, puedes chequear cualquiera de mis reseñas (especialmente las de Catharsis y Till Death Do Us Apart). Åkerfeldt en una ocasión se atrevió a decir que los metaleros son muy cerrados porque no les gustó el disco de transición Heritage. Mire señor, no hable tanto y mejor pónganse a hacer buena música. Bah, me importa un pimiento, de todas formas su banda está muerta para mí (uy, que dramático). Seguramente mucha gente comparte mi visión de Opeth, pero no lo dicen so pena de sufrir a manos de sus tóxicos fans uniformados. No me extraña que muchos de esos fans también sean seguidores de Dream Theater, se comportan de la misma manera. Bueno, quiero terminar la reseña en un tono positivo, entonces voy a recomendar discos de Metal Progresivo con mayor nivel de este 2024: escucha Caligula's Horse, Histéresis (de mi Cuba, jeje) y también los de Godspeed You! Black Emperor y Dysrhythmia por la parte puramente instrumental.

 

Puntuación: 50

 

¹ Siempre trato de escapar de estas noticias banales, pero no soy suficientemente rápido.


Effluence - Necrobiology (2024)

 

Effluence es una one-mand band compuesta solo por Matt en las voces y todos los instrumentos. La música de este Necrobiology es un Brutal Death Metal caótico con partes de… ¿Free Jazz? Al menos así suenan algunas secciones. Entonces, ¿cómo llamo a esto? Experimental Brutal Death Metal, supongo; o Avant-Garde BDM. Las canciones son muy enmarañadas, no hay estructuras ni ritmos tradicionales. Las guitarras a veces se ponen de acuerdo en tocar cosas diferentes, ya sean riffs “incoherentes” o chugs; y, al igual que en Encenathrakh las composiciones parecen ser concebidas desde la batería, que casi siempre va a toda máquina. Ah y la voz es gorrina/ultra-gutural, todo muy parecido a Encenathrakh. Me alegra que ya se vea la influencia musical del proyecto de Colin Marston. Lo puedo recomendar si también te gusta Dripping, Defeated Sanity, Naked City y Animals Killing People. Creo que proyectos como este todavía suenan interesantes, antes de que empiece a saturarse la escena. Me pregunto cuanto falta para ver una pléyade de bandas así. Hey, ¿y por qué Effluence no está en los Metal Archives?


Tinashe - Quantum Baby (2024)

 

Vengo siguiendo a Tinashe desde… ufff, 2014 o 2015 cuando descargué sus 3 primeros mixtapes, los cuales no me gustaron mucho, pero ya mostraba muy buen potencial. Sin embargo, me ha encantado todo lo que ha sacado desde el debut Aquarius hasta hoy, menos el álbum navideño Comfort & Joy. Bueno, pues llega en este 2024 con la segunda parte de una trilogía que empezó el año pasado con el EP BB/Angel, un trabajo bastante aventurero musicalmente hablando, pero conservador en cuanto a sus letras, que le valió muy buenas críticas de la prensa especializada y los fans. Quantum Baby por su parte parece un guiño al pasado, particularmente a la época de aquellos primeros mixtapes, pues encontramos poca experimentación en los instrumentales y no mucha variedad tempos. En general los beats son bastante sencillos, dejando mucho espacio a su voz, la cual domina todo el álbum. Esto se pone de manifiesto desde el principio con la semi-balada introductoria No Simulation, donde parece estar en búsqueda de algo “real” en su vida (“These days, I wanna feel it / No simulation, it's gotta bе true”) con susurros y harmonías vocales sobre sugestivas líneas de bajo. Le sigue el segundo single Getting No Sleep, un tema muy explícito (“And how does it feel to be the one that I’m fuckin’ with?”), más movido y con base sencilla de hi-hats. De todas formas me sorprendió que lo escogiera como single, pues hay mejores bangers en Quantum Baby. Pero ella hace esto a veces, recuerdo el extraño video de Naturally, un tema que ni siquiera estaba en la versión regular del disco 333. En Thirsty sigue echando más leña al fuego (“Do it like it's my birthday, I know my mouth too dirty / heart's not in it, but the dick all mine“) mientras su voz se balancea entre suaves sintetizadores y diminutos efectos de explosiones. Los fans más acérrimos (como yo) seguro apreciarán esos mensajes de fondo puestos al revés, reminiscentes del mixtape Nightride. Le sucede Red Flags que cambia un poco la vibra (apacible sample de sintetizador en loop, sin percusión) y también la temática, al reflexionar sobre ese tema tan actual (y a veces confuso) de las “banderas rojas” en las relaciones amorosas. Seguramente todos podemos identificarnos al escuchar líneas como: “Can't keep ignoring the signs” y “How did we fall off? / Where did we go wrong?”. Pero es Cross That Line la que (para mí) contiene los mejores versos porque Tinashe “juega” con la idea del matrimonio (“I could be the love of your life / I'm ready to cross that line“) y de formar una familia (“I could see a family / Baby in the backseat”). Este es un asunto totalmente nuevo para ella, que yo sepa. ¿Será que ya está consciente a sus 31 añ(az)os de que “se le va el tren”¹? El instrumental no se queda atrás, al combinar potentes 808’s y chasquidos de dedos de modo sublime. En la uptempo When I Get You Alone vuelve a excitarnos (“I'ma lay you down, take it nice and slow”) entre más susurros e interesantes capas de voces en el fondo. Además, muy atinado ese sutil cambio de beat al final. No Broke Boys es un bop que trata de ser un nuevo himno para las mujeres “empoderadas” (“Now I got standards, give a fuck how you feel”), pero paradójicamente también contiene líneas que aprueban la… ¿prostitución? (“Run up the cost, 'cause I need me a spender / Fuck on me, then you know he paid“). Bueno, ahí se fueron mis esperanzas de estar con Tinashe... Por desgracia la canción es demasiado pegajosa, no me extrañaría si le hace un video. Y finalmente llega el primer sencillo, Nasty. Este candente supermegaéxito es interesante por la increíble forma como logra apiñar un intro, 3 estribillos, 2 versos, 2 coros y un outro en menos de 3 minutos. De hecho, al principio pensé que el primer verso era un estribillo porque repite una frase 3 veces. Odio esta moda de hacer canciones de 2 minutos, excepto cuando las hacen así tan completas. Pero para mí es sólo otra muy buena canción (en la misma línea del single Needs), no está por encima de las demás.

La verdad hallo este trabajo algo superior a BB/Angel. Pero, salvo el éxito de Nasty no veo que le vaya a ganar muchos nuevos fans. Esto en parte es bueno: Tinashe siempre se ha mantenido cómodamente en un segundo nivel de popularidad en el R&B, lo que le ha permitido mantener su integridad musical sin preocuparse por cumplir los caprichos de las grandes compañías discográficas ni seguir modas musicales pasajeras para mantenerse vigente; ella va a su ritmo. Veremos si cambia la fórmula en el cierre de esta trilogía o simplemente la perfecciona.

 

¹odio esa frase


Suffocation - ...Of The Dark Light (2017)

 

Un nuevo disco de Suffocation (quienes no necesitan presentación) siempre es un acontecimiento. El día de su lanzamiento el mundo del Metal Extremo parece detenerse para prestar ojos y oídos a lo que su majestad va a revelarnos. Y este era particularmente especial pues venían con una nueva alineación, tras la partida de dos miembros importantes: Guy Marchais (guitarra) y Dave Culross (batería), que fueron sustituidos por los jóvenes Charlie Errigo y Eric Morotti, respectivamente. Pero …Of The Dark Light dió mucho de qué hablar incluso antes de su estreno: la inofensiva portada hecha con Inteligencia Artificial y el primer track que se filtró Clarity Through Deprivation levantaron las alarmas de los que pensaban que Suffocation iba a pasar a tocar Deathcore. Por supuesto, me enteré de este revuelo mucho después (aunque sí llegué a ver la portada, que sólo me provocó un ligero levantón de ceja a lo Ancelotti), dado mi sano hábito de no seguir las noticias de la farándula metalera; ni siquiera estoy muy al pendiente de mis bandas favoritas.

A primera escucha lo primero que salta a la vista es la producción. Ahora, Suffocation siempre ha tenido cierto tino al ir cambiando de sonido entre álbumes. Desde el semi-descafeinado Souls To Deny, hasta el cálido Pinnacle Of Bedlam, pasando por el atronador homónimo y el ominoso Blood Oath, todos tienen un encanto diferente. Pero parece que esta vez la banda, Joe Cincotta (productor) y Zeuss (mezcla y masterización) sólo estuvieron en la cabina durante el proceso de grabación y al final dejaron que una computadora tomara todas las decisiones importantes. ¿Quién (o qué) permitió ese tono de guitarras tan seco y artificial? ¿Lo tomaron directamente del Guitar Pro? ¿Y qué cojo-nes son los sonidos que salen de la batería? Esos golpe(cillo)s como teclas de máquina de escribir de los bombos, los platillos super-comprimidos y el plástico sonido del snare parecen samples de la primera versión del programa Superior Drums. No contentos con eso parece que también cada golpe fue cuantificado en el programa Beat Detective, pues la ejecución es totalmente robótica y liberada de cualquier feeling humano. Sé que es una práctica común en el Metal, pero no “pega” en un disco de Suffocation. Y que pena porque Eric es muy buen baterista, según he visto en algunos videos de presentaciones en vivo. Soy tan duro con la producción porque afecta el resultado final. Por ejemplo, el breakdown del primer tema Clarity Through Deprivation es tan infame precisamente debido a su sonido “hueco” y blando comparado con el de Thrones Of Blood, el cual es incluso más lento. Pero la música salva el álbum a pesar de todo; y aunque no llega al nivel de los primeros discos, tampoco es para decir “no Cerrito, no Suffocation”, como hacen muchos. El tema es que Terrance Hobbs podría escribir mejores riffs que el 90% de los guitarristas de Death Metal, aún después de sufrir un infarto cerebral; el tipo es así de bueno. Evidentemente ya no está en su prime, pero sigue teniendo un cargado arsenal de riffs técnicos y memorables, slams de buen gusto y solos impresionantes. No puedo certificar las aportaciones compositivas de Charlie (imagino que no serán muchas, aparte de algunos solos), pero acompaña muy bien a Hobbs. La batería está bien programada… Sí, para mí una computadora tocó esos golpes (cuando la escuché enseguida se activó mi falsómetro), cuando está tan editada es como si fuera un drum machine y no me importa cuántos playtrought de Eric en el estudio me enseñes. Los poderosos y entendibles guturales de Frank Mullen siguen en buena forma como siempre y también contó con el apoyo de Kevin Muller en algunas canciones. El galopante bajo de Derek Boyer está muy presente en todo momento y llega a tener algunas líneas sobresalientes, sobre todo en Caught Between Two Worlds. Todos los temas son bastante rápidos, técnicos y a la yugular, aderezados con algunos slams y breakdowns, pero sin entretenerse mucho en ritmos ultra-complejos y raras estructuras como hacían (muy bien) en Pierced From Within. El mejor tema quizás sea Return To The Abyss, el cual recuerda los mejores tiempos del EP Despised The Sun con riffs muy acelerados, enrevesados y llenos de cromaticismos, complementados con otros “descendentes” (1:20) y las notas de (lo que parece) un sitar al final le dan un toque exótico/atmosférico parecido al de Nile. Otra canción interesante es The Warmth Within The Dark, donde mantienen el mismo riff durante ¿demasiado? tiempo, una jugada arriesgada sin duda, pero les salió bien.

Ahora me doy cuenta que he empezado a reseñar las discografías de mis bandas favoritas (Machine Head, Slayer y ahora Suffocation) por sus peores discos de manera totalmente inconsciente. Entonces ya voy a seguir este patrón, ayer me puse a escuchar el menoscabado Illud Divinus Insanus y siento que no voy a ser tan duro con él (spoiler). Pero volviendo al tema de hoy, seguro te preguntarás como puedo poner una puntuación tan “alta” después de quejarme tanto. Pues porque algunas bandas son legendarias por algo y no viven solo de glorias pasadas. …Of The Dark Light es un álbum que mantiene más o menos el estilo y la calidad habituales de Suffocation, pero está plagado con una mala producción que le resta varios puntos. Para mí es el PEOR trabajo de la banda desde su reunión en 2002 (solo Breeding The Spawn se queda por debajo en su discografía), sin ser malo en lo absoluto.

Puntuación: 75


domingo, 1 de diciembre de 2024

GLOSARIO

 


Blast Beat: Es el skank beat (el famoso tupa tupa tupa, aunque hay muchas versiones) pero más rápido. Básicamente cualquier tempo de batería más rápido que el de Dave Lombardo en Supremist.

Bop: Canción alegre y pegajosa de Pop o R&B. Piensa en I Gotta Feeling de The Black Eyed Peas o 24k Magic de Bruno Mars.

Falsómetro: Mi ineficaz detector mental de cosas falsas, sobre todo de lipsync y baterías editadas en discos o videos de Youtube.

Trémolo picking: Técnica de tocar notas en una sola cuerda de a ratos. Muy usada en el Black Metal.


domingo, 10 de noviembre de 2024

Machine Head - Bloodstone & Diamonds (2014)

 


DÉCIMO ANIVERSARIO

[7-11-2014]

Wow, ya ha pasado una década desde la publicación de este álbum. Como corre el tiempo. Recuerdo escucharlo a los pocos días de su salida y, aunque me gustó bastante, nunca terminé de apreciar del todo algunas de sus canciones. La alineación venía apuntalada con el ingreso de Jared MacEachern al bajo, en sustitución del caído en desgracia Adam Duce, quien fuera pieza clave de la banda durante veinte años. Bloodstone & Diamonds está más o menos estructurado a la manera clásica que Machine Head aprendió de los primeros Metallica y que ya habían mostrado en discos anteriores: Lanzas dos temas muy “arriba” (el primero bien épico, el segundo más cañero/thrashero), para después ir variando un poco la intensidad y terminar con un trallazo que te deje con ganas de volver a poner el disco.

Now We Die: Nada mejor para abrir que un titánico corte de 7 minutos, el cual empieza suavemente con violines y un coro épico ala Leprous para luego arrasar todo a su paso combinando riffs thrash a medio tiempo con otros más groovies y partes orquestales.

Killer And Kings: Le sigue el primer single de B&D, más rápido/thrasheron y cargado de monstruosos breakdowns. La letra trata sobre el juego de cartomancia del Tarot y vaya, es inevitable reconocer que Robb canta con mucha pasión (¡de verdad se lo cree!) y tiene buen gusto al colocar sus vocales entre los riffs. Otro gran tema.

Ghost Will Haunt My Bones es una semi-balada groovera que presenta algunos giros de intensidad pero nunca llegar a explotar del todo. Robb Flynn y Phil Demmel se gastan una excelente sección de guitarras gemelas y también un tremendo duelo de solos.

Night Of Long Knives es bastante más volátil que la anterior, muy acorde con su temática terrorífica que describe la matanza de 6 personas por parte de los discípulos de Charles Manson. Dave McClain se presenta inmenso, mostrando sus mejores dotes técnicas tras los parches en el puente del tema.

Sail Into The Black: Casi la odié durante mucho tiempo debido a su duración de 8 minutos, hasta que logré “agarrarle la vuelta” hace como tres o cuatro años. Tiene un preámbulo muy lento que descarga en una sección super-pesada con ligera influencia de Black Sabbath. No es increíble by any means, pero tampoco aburre.

Eyes Of The Dead es probablemente mi favorita porque tiene de todo: un Flynn muy enchufado gritando a todo pulmón sobre riffs thrashers bien devastadores, varios stop & go (3:16), los punzantes armónicos de siempre, solos sublimes y hasta “stabs” ala Suffocation (4:32) y breakdowns que dan ganas de destrozar la habitación. De hecho, MH debería enseñar cómo hacer breakdowns a las bandas de deathcore actuales.

Beneath The Silt: un corte groovie sencillo e inefectivo ala Pantera, que desgraciadamente acarrea algunos de los problemas (riffs aburridos, voces endebles) de su período nu-metalero. A veces me lo salto cuando escucho el disco.

In Comes The Flood: Los riffs de notas largas y las gruesas líneas del bajo de Jared dominan todo el minutaje. Las vocales melódicas no son las mejores, pero cumplen. Su final es bien épico gracias (nuevamente) al uso de orquestaciones. También deja un mensaje de “conciencia” un poco izquierdoso y cringe (“I want to burn down Wall Street, baby“) para mi gusto.

Damage Inside: Balada superflua donde escuchamos a un Robb quejumbroso y soñoliento sobre suaves rasgueos de guitarra acústica; parece un tema de Stone Sour. Corta totalmente el flujo del álbum y de mala manera. Si insisten en meter baladas al menos deberían asegurarse de que sean decentes como Darkness Within y A Farewell To Arms.

Game Over: Este empieza lento pero levanta poco después a paso hardcorero, más breakdowns devastadores, un coro pegadizo y otra preciosa sección de guitarras dobladas. La letra parece lanzar dardos al ex bajista Adam Duce (“we almost fucking quit because how muchyou hate it”). Es una pena porque él y Flynn parecían ser “uña y carne”. La línea “Forever this friendship has died” duele como no tienes idea.

Imaginal Cells: Este instrumental es bastante cool (aunque algo largo) y contiene samples de noticias/entrevistas parecidos a aquellos del track Real Eyes, Realize, Real Lies del debut Burn My Eyes.

Take Me Through The Fire cierra el álbum al son de pesados grooves, un breve acelere a la mitad (y Dave pletórico de nuevo), más armónicos pinchados y riffs sencillos/repetitivos hasta el final. Es una buena canción, pero la verdad le falta energía para cerrar; yo hubiera terminado con Game Over o Eyes Of The Dead que empieza muy parecido a cómo termina Imaginal Cells.

Recuerdo que poco después de su salida mucha gente clamaba que Machine Head había perdido el impulso luego de dos buenos discos como fueron The Blackening (2007) y Unto The Locust (2011) … nada más lejos de la verdad. Acá las canciones son más grandes, más épicas, más complejas¹; pero también pegadizas y contundentes. De hecho, este disco es más pesado, en parte gracias al sonido MACIZO logrado por Juan Urteaga en la producción y el legendario Colin Richardson en la masterización. En todo caso Bloodstone & Diamonds fue otro golpe en la mesa de Robb Flynn & Co. para demostrar que seguían siendo los reyes del Thrash/Groove Metal.

 

86/100

 

¹ salvo las dos excepciones Beneath The Slit y Damage Inside. 

 


 


martes, 22 de octubre de 2024

Orderofguts - Orderofguts (2024)


Ya es hora de hablar de grindcore por primera vez. Si llevas tiempo siguiéndome te habrás dado cuenta de que me gusta que mi Metal sea rápido. Pero el Grindcore es demasiado limitado para llamarme mucho la atención, por eso todavía no lo he tocado y tampoco pienso hacerlo mucho en el futuro. Iba a empezar con una banda clásica pero en cambio dije “deja mejor darle espacio a una banda nueva” y escogí una al azar en Deathgrind.club (¿dónde si no?), que resultó ser mexicana; es la primera banda latinoamericana que comento. ORDEROFGUTS debuta en 2024 con este disco homónimo de 10 canciones y una duración de sólo 19 minutos. La portada muestra imágenes bastante inquietantes de las que realmente no quiero saber el contexto... Finalmente el álbum resultó no ser grindcore, al menos no en su forma más pura. Parece más una mezcla de crust-punk y algo de goregrind*, con guitarras bien distorsionadas, un bajo prominente, certera batería ¿programada? y vocales chillonas. La brutal combinación de esas guitarras tan abrasivas y los chillidos me recuerda por momentos al apabullante Noise de los mismísimos Endon. Ningún tema se mantiene rápido todo el tiempo como habitualmente se hace en el grindcore, sino que sus partes alternan entre el medio paso y otras más aceleradas con skank-beats y esporádicos blast-beats. Por ejemplo, Being a Bastard and Causing Harm To Others se me hace una especie de hardcore acelerado, mientras Life Or Death y Scenecore Sucks son más fieles al grindcore “clásico”. There Is No Solution es el único que llega a ultravelocidad por unos breves instantes. Crust is Dead como su nombre lo indica es puro crust-punk pero está lleno de salvajes pig squeals parecidos a los de Pete Chavez de Slaughterbox. No, no puedo llamar a estas vocales chillidos sino directamente eructos de puerco. No pude encontrar las letras pero por lo títulos de las canciones se nota que son chistosas. No Future, No Hope se sale un poco del libreto por su aplastante lentitud casi doomie diría, si no fuera por el incesante retumbe del doble bombo; las vocales son erráticas, parece un tema medio random como los que hace Infest a veces. El último tema es evidentemente una parodia del clásico KIMB… ABIG de Megadeth, pero usando riffs y licks de death-roll carcassiano... Al final el debut de ORDEROFGUTS resulta ser una escucha divertida, y, aunque no creo que trascienda mucho, tampoco es una pérdida de tiempo. Quizás en futuras ediciones den más de que hablar. Para fans de Caninus y Fear Of God. 
 
Puntuación: 65
 
 
* ¿esto es lo que llaman "Powerviolence"?

Eminem - Music To Be Murdered By (2020)


[Escribí el 70% de esta reseña en el 2020. Noten la repetición de palabras, jajaja]
 
Como no podía ser de otra forma, Music To Be Murder By es una continuación lírica de Kamikaze, aunque más variado musicalmente. Igualmente fue lanzado de sorpresa. No se dejen engañar por el título, este disco tiene poco que ver con el trabajo de Hitchcock, los interludios con la voz simulada de Alfred están totalmente fuera de lugar. El mundo no ha cambiado tanto desde el disco anterior, o al menos no en la mente de Shady, todos sabemos lo "desenchufado" que es, nos lo recuerda en sus letras constantemente. La ira, el odio, la ansiedad y otros sentimientos negativos siempre han sido las principales fuentes de inspiración y sigue molesto con las mismas cosas: el estado actual del rap, su (¿infundada?) idea de que no recibe el respeto que merece de parte del público, las mujeres, sus haters, Trump, Machine Gun Kelly, Lord Jamar… ah y la mala recepción de su disco Revival, jeje. 
 
So, a mi entender los temas están divididos líricamente en 2 categorías:
 
En la primera categoría tenemos los que tratan sobre sus traumas internos y su misoginia. No es de extrañar que sean las peores canciones. Realmente no hay nada nuevo que Eminem tenga que decir al respecto; ya sabemos que odia a su mamá y a las mujeres en general, que tuvo una infancia difícil y que tenía adicción a las pastillas y al alcohol. Todo eso está más que dicho, más que hablado, más que rapeado. Aunque la producción animada en estos temas quitan un poco los bordes a sus letras y le permiten desatar su faceta más edgy y burlona, los instrumentales son demasiado tediosos para mí. Por ejemplo, en los club “bangers” Those Kind Nights con Ed Sheeran (“I said I'm a candle, I go out if you blow on me”) y Good Guy 2.0 digo, Farewell (“If I catch you sucking another dick You better unsuck it”) las líneas cómicas no dan tanto cringe. Luego está la horrorosa Stepdad, donde el instrumental tan divertido no tiene nada que ver con un tema tan serio como el abuso infantil; y para qué hablar del coro (“I, I haaaaaaate/My, my, stepdaaaaaaaad.”)… Never Love Again es otra “love/hate song” en la cual hace una metáfora entre una relación tóxica y su adicción a las drogas (“You're my Xanax and my valium, I'm an addict, you're a downer”). Odio la producción y el coro, aunque los versos no están tan mal, especialmente el último cuando cambia el beat. También Leaving Heaven, otra balada con Skylar Grey que no acaba de convencerme con sus espantosos coros. Realmente no me dan muchas ganas de escuchar estos tracks, cada vez que salen en el reproductor me tengo que aguantar para no tocar el botón >>I. Por suerte no todos son así, pues está You Go’ Learn, un tema más serio donde Royce Da’ 5’9 muestra mucha habilidad con las rimas (lyrical myracle) y su obsesión con el racismo mientras Em rapea sobre su dura infancia en Detroit.
  
En la otra categoría tenemos al Slim Shady de los últimos años en su modo rap god/battle rapper, donde gusta exhibir sus rimas más extravagantes, continuos cambios de flows a velocidades supersónicas y letras retadoras. El objetivo es destruir completamente al oponente, no hay límites, lo bien deja claro en Little Engine: “Any rhyme that I say can and will be used against you“. La mayoría de estos temas son más conservadores en lo que a producción se refiere. Tenemos los trap beats de moda de D.a Got That Dope, los característicos hard-beats y sintetizadores de Dr. Dre y hasta el mismo Eminem aparece como productor en varios temas. El intro Premonition se siente como The Ringer 2.0: Aquí tenemos un solo verso de Em en el que vuelve a “responder” a todos sus críticos y haters (“They said I'm lyrically amazing/ But I have nothing to say/ But then when I put out Revival and I had something to say/ They said that they hated the awake me”) y alaba a Tech N9ne, Jay Z y 2 Chainz por su longevidad en la escena. Yah Yah casi necesita un párrafo aparte. No solo cuenta con otra buena colaboración de Royce sino también un monstruoso verso del legendario Black Thought. Es tan bueno que después de un rato Em le grita “¡sigue!” antes de soltar sus últimas barras. El mismo Rap God termina el tema a toda máquina rimando magistralmente los nombres de sus influencias. Mr. Porter se luce en la producción, con un cool sample vocal de Busta Rhymes y una bombástica base de durísimos drums y sintetizadores que no desentonaría en un tema de Run The Jewels. El estribillo de Q-Tip (otra leyenda) pone la cereza al pastel que es este temazo; por mucho el mejor del álbum. Otros cortes a destacar son el animado single Godzilla (con estribillo del recientemente desaparecido Juice WRLD) el cual contiene su verso más rápido hasta la fecha y I Will, with three quarters of the Slaughter(house) que es puro horrorcore enmascarado entre un beat espaciado y el calmado instrumental.
 
Darkness se sale de esas 2 categorías que mencioné pues es una especie de balada en la que hace un buen paralelismo entre un concierto suyo y el concierto de 2017 en Las Vegas donde el tirador Stephen Paddock mató a decenas de personas (Don't wanna hit the stage before they fill each row to the max / 'Cause that'd be totally wacked, you can't murder a show nobody's at). 
 
Music To Be Murder By es otro disco del Eminem de los últimos 15 años, con sus altas y bajas. Si bien es cierto que mesta esta versión combativa e hiper-técnica de Slim Shady no puedo dejar de reconocer que ya no tiene la consistencia de sus primeros trabajos. Debería ser consciente de ello y mejorar sus estribillos, además de la selección de instrumentales. O simplemente eliminar canciones que no deberían existir (Stepdad, Leaving Heaven) y apartar las más débiles (Marsh, Farewell, In Too Deep) para una versión de lujo del álbum, pues una hora de este rap super denso es demasiado para la mayoría de los mortales. 

martes, 15 de octubre de 2024


viernes, 13 de septiembre de 2024

Chris Brown - Heartbreak On A Full Moon (2017)

No hay dudas de que Chris Brown es un tipo súper talentoso. Todo en lo que se mete lo hace bastante bien, ya sea cantar, componer, rapear, jugar basket, pintar, actuar, bailar, etc. Algunos dicen que podría ser el Michael Jackson de esta generación y yo estoy (medio) de acuerdo, pero decidió hacer cosas que lo alejaron de ese estatus de súper-estrella. Y no me refiero a las cosas reprobables de su vida personal (que también), estoy hablando específicamente de música. Pelear constantemente con la disquera y sacar mixtapes con Ray J y Tyga no es algo que otras superestrellas del género como Usher o Beyonce harían. Y lanzar un álbum oficial de 45 canciones es otro de esos movimientos raros. Quizás sólo quería “hackear” el sistema de streaming para llegar al número 1 en el Top 200 de la Billboard. Pero con toda esa estrategia de marketing con documental biográfico incluido y la promoción masiva que tuvo parecía que Chris quería probar algo más con Heartbreak On A Full Moon. Recuerdo el momento cuando lo escuché: fue poco después de su lanzamiento y estaba en una feria que hicieron en el parque de Guanabacoa. Pero en ese momento no me gustó mucho debido a su abultado metraje. Me pasó algo parecido con Indigo dos años después. En 2022 Chris me volvió  a ganar con Breezy y entonces volví a repasar (y apreciar) este disco. 

Ahora bien, yo estaba en el bando de los que considerábamos que CB nunca había sacado una canción “mala” pero también entendía a los que decían que estaba sacando la misma canción una y otra vez. Y este álbum medio vino a validar esas afirmaciones. Una buena parte de HBOAFM se compone de ese R&B moderno que se combina mucho con el Hip-Hop o más específicamente con uno de sus subgéneros: el Trap. La producción está llena de hi-hats, cajas secas, pesados subgraves de los 808 y ritmos característicos del Trap además de muchas letras rapeadas. La gran cantidad de canciones y el sobreuso de estos elementos crean un ambiente llano y compacto, donde realmente no hay picos ni zanjas, se mantiene “cool” todo el tiempo. Para colmo hay malas selecciones de samples/efectos, como las extrañas tres notas del saxofón en Sensei y ese molesto sonido de conectar dispositivo de Windows (en serio) en Paradise. También hay otra buena cantidad de canciones con influencia de EDM, electropop y ritmos tropicales que en teoría aportan diversidad pero realmente no rompen esa dinámica estática¹ del flujo del disco. Echo en falta temas de R&B más clásico, así como slow jams y/o baladas. Y me sorprende la ínfima cantidad de artistas invitados (solo 14) para 45 canciones. Por primera vez no aparece Lil Wayne, por ejemplo. Lo que salva un poco a HBOAFM de la monotonía es la siempre competente voz de Chris (aunque ayudada por el autotune) y su capacidad de hacer versos y coros memorables con inflexiones vocales interesantes. Por eso algunas canciones promedio sobresalen cuando su voz te “golpea de la manera correcta”, como en On Me y Reddi Wip. Por otra parte, no puedo elogiar mucho sus letras porque no son nada especial. En general tratan temas habituales en el R&B como las fiestas (Hangover, Party), las rupturas amorosas (Paradise, Even, tema título), el sexo (Roses, Confidence, Rock Your Body, Privacy) y el “amor” (Questions, Run Away) de forma bastante sencilla. No hay mucho “coco” detrás de estas letras, pero bueno, ese no es el objetivo del R&B. El álbum levanta un poco el ánimo en las últimas 5 canciones, incluyendo el excelente bop Only 4 Me (feat. Ty Dolla $ign & Verse Simmonds), uno de los mejores temas y que no entiendo como no fue un sencillo promocional. Hablando de singles, de estos solo puedo destacar a Hope You Do (con el mismo sample de Donell Jones que usó Trey Songz en Good Girls Vs Bad Girls), el club-banger Privacy y el dancehall Questions.

Resumiendo: En HOAFM encontramos a un Breezy en modo autopiloto. Es un álbum para los incondicionales… como yo. Los demás (aka la mayoría) si acaso harán una playlist con sus 5 o 10 canciones favoritas. Pero a mí me gusta bastante. Cuando tengo un viaje largo a veces me zampo la versión Deluxe de 57 canciones que llega hasta las 3 horas, 18 minutos y 24 segundos. Si por mí fuera cambiaría algunos temas de la versión regular con otras de la versión Deluxe que considero mejores y aportan más variedad musical. Quitaría This Ain’t, Sensei, Paradise y Covered In You y en su lugar pondría Don't Slow Me Down, Water, Get Off y Secret. Por suerte Chris evitaría caer en la monotonía en trabajos posteriores. Si comparas las mejores 30 canciones de HOAFM con todas las 30 del álbum posterior enseguida notas que Indigo es notablemente más variado y entretenido.

Pasando a otro tema, este disco es interesante porque suscita una pregunta importante: ¿cuánta música es demasiada en un álbum? Para mí el límite disfrutable está en 2 horas. Pero a la mayoría de la gente le es muy difícil siquiera digerir 1 hora. Chris Brown es uno de los pocos artistas que (más o menos) puede salirse con la suya porque tiene el talento suficiente para mantener tu atención por tanto tiempo, aunque las canciones sean similares. Quizás Drake puede ser otro. O Beyoncé. Debería ser alguien que pueda hacer varios géneros. Ah, esa es otra cosa, también depende del género. No se me ocurre una banda de Metal que saque un disco de dos horas y no aburra. Bueno, la verdad nunca he escuchado uno. Probaré con To Be Kind de Swans y después les digo. Otra forma de verlo es: prefiero tener un álbum con muchas canciones de dónde puedo escoger mis favoritas a conformarme con uno más corto del cual sólo me gusten 2 o 3 de 12. Ahora la gente hace eso con las playlist de todas formas. 



¹ Parece un oxímoron